Sin embargo, el 'capitán' no es el artífice de estos lineamientos. Quien está detrás es Paulo Guedes, un economista que defiende las tesis del liberalismo a ultranza y así lo ha demostrado desde sus columnas en medios brasileños, o en los observatorios en los que participa.
Guedes se graduó en la Universidad Federal de Minas Gerais, aunque luego obtuvo su maestría y doctorado en la Escuela de Economía de la Universidad de Chicago, el semillero de economistas apegados al libre mercado y al pensamiento monetarista. El paso por esta institución dejó una fuerte impronta en el potencial ministro de economía de Brasil, un admirador y discípulo de Milton Friedman, el gurú de la corriente económica que defiende.
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El vínculo con la Escuela de Chicago no es meramente anecdótico: tiene fuertes vínculos con los economistas chilenos que adscriben a esta corriente y ha manifestado en repetidas ocasiones su admiración por las medidas liberales emprendidas por el país andino.
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En uno de estos artículos, titulado "Liberal-Democracia" y publicado en junio de 2018, Guedes achaca la situación económica del país a "la trayectoria explosiva de los gastos públicos". A su criterio, el diagnóstico pasó desapercibido "por la ideología, la falta de preparación, el corporativismo y la corrupción".
"Después de décadas de bajo crecimiento, decenas de millones de trabajadores en la informalidad, dos brotes de hiperinflación, congelamiento de precios y ahorros, cesación de pagos, recesión profunda y una escalada ininterrumpida de escándalos billonarios que desmoralizaron a los políticos y enfurecieron a la opinión pública", indica en el editorial Guedes.
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Ante esta descripción de las últimas "tres décadas de hegemonía socialdemócrata", propone "probar la liberal-democracia". Es decir, "una alianza de 'centro derecha' con la política alrededor de un programa liberal en la economía", con foco en "mayor eficiencia".
"El liberal demócrata del siglo XXI reconoce la capacidad productiva colosal de las economías de mercado y asume el compromiso fraterno de dar oportunidades y ayuda a los más pobres", hipotetiza.
A criterio de Guedes, los aportes de seguridad social "reducen la competitividad de las empresas, fabrican desigualdades sociales, disipan en consumo corriente el ahorro obligatorio de las deducciones, derrumban el crecimiento de la economía y el valor futuro de las jubilaciones".
En su lugar, propone un régimen de capitalización individual, como el polémico sistema que rige en Chile desde los años 1980 y que ha llevado a miles de personas a manifestarse por la delicada situación en la que ha dejado a los jubilados, que perciben magros ingresos.
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En cuanto a las privatizaciones, el economista propone profundizarlas, "para eliminar la deuda interna" y poder llevar adelante "la recompra con descuentos de la deuda externa", una situación que a su criterio dejaría al Estado "aliviado de los gastos con intereses" de las obligaciones, con la posibilidad de transferir recursos tributarios a los gobiernos locales.
Asimismo, defiende el techo de gastos durante 20 años establecido por el Gobierno de Michel Temer a través de una polémica enmienda constitucional aprobada por el Congreso Federal de 2016. No solo lo apoya, sino que considera que se debe avanzar, según dijo en una entrevista con Valor Económico.
