"El arribo de Bolsonaro consolidaría la tendencia derechista que ha impuesto Donald Trump desde Estados Unidos, lo que significaría juntar dos expresiones de capitalismo salvaje de amplio poderío en la región", dijo el analista, quien se ha desempeñado como embajador de Colombia en Hungría y como consultor político.
El 7 de octubre más de 49 millones de brasileños apoyaron a Bolsonaro (del Partido Social Liberal) con el 46% de los votos frente al candidato de izquierda Fernando Haddad, del Partido de los Trabajadores (PT), que alcanzó poco más de 31 millones de votos, o 29,3%.
Ambos deberán medirse el próximo 28 de octubre en una segunda vuelta que preocupa a los demócratas, quienes consideran que de llegar a ganar Bolsonaro, significaría que Brasil elige una opción autoritaria.
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"Bolsonaro representa la imposición de una política de profundo retroceso, la cual recuerda cuando el poder en Brasil estuvo en manos de grupos fascistas, sobre todo en el entorno militar, de modo tal que no es esperanzador lo que se vio en los resultados electorales del pasado domingo", consideró Ojeda.
"Es una lástima que posturas poco transparentes en la izquierda del país (representada en el PT) hayan agotado la confianza de las masas brasileñas y abonado el terreno para que el fascismo lograra este avance, lo cual es terrible", dijo.
El 7 de octubre se votó también el Brasil la renovación total de la Cámara de Diputados, dos tercios del Senado, las gobernaciones de los 27 estados y las legislaturas estaduales.