"En 18 meses de recolección y examen multidisciplinario de la evidencia física proveniente del Basurero de Cocula no se encontraron elementos científicos objetivos que sustenten la incineración de 43 cuerpos en la noche del 26 al 27 de septiembre del 2014 en ese lugar", dijeron los forenses en un mensaje al mandatario.
Los forenses argentinos colaboraron con la fiscalía federal y con el Grupo Interdisciplinario de Expertos Internacionales de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (GIEI de la CIDH), a pedido de las familias de las víctimas de desaparición forzada.
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El EAAF reitera que la teoría de la gigantesca pira para calcinar los 43 cuerpos no se soporta en evidencias.

Con motivo de Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, el EAAF dijo que está "a favor de que la investigación sobre los 43 normalistas desaparecidos se amplíe para que se les pueda dar a los padres de los estudiantes una respuesta certera sobre lo ocurrido con sus hijos" de la Escuela Normal de Ayotzinapa, localizada en las montañas del sureño estado de Guerrero.
El EAAF fue creado hace 34 años para investigar evidencias de las graves violaciones a los derechos humanos, ocurridos en contextos de dictaduras y guerras civiles.
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En noviembre de 2014, el entonces fiscal Jesús Murillo, quien fue removido del cargo en agosto de 2015 entre múltiples críticas por la investigación, dijo que los estudiantes habían sido quemados en el basurero de Cocula y que sus restos fueron lanzados al pequeño río San Juan, que cruza la localidad rural.
Tras las confesiones de los presuntos criminales, restos calcinados fueron recuperados del río y analizados en el laboratorio forense de la Universidad de Innsbruck, Austria, pero los estudios genéticos solo lograron identificar a uno de los 43 muchachos desaparecidos.
Un peritaje del GIEI también descartó esa versión por la imposibilidad de una pira suficiente para calcinar a 43 personas.