Hay 35.000 desaparecidos en el Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas (RNDPED) que lleva cuenta de los nombres por los que se abren investigaciones judiciales. Pero, dice el primer Comisionado de Búsqueda de Personas Desaparecidas, ese registro no es adecuado para hacer frente a la tarea que tienen por delante. Cabrera explicó a Sputnik que al principio el RNDPED no fue concebido como una herramienta que permitiera ayudar a la búsqueda y localización e identificación de personas.
Las palabras del comisionado, además de alertar sobre la duplicación de registros y su dispersión, bosqueja en pocas líneas el extenso periplo de una familia que busca a un desaparecido. También atestigua sobre la negligencia de esas instancias que, al no dar respuesta, provocan que las familias recurran a otra parte. La solución de Cabrera a esta desorganización es montar un registro único de casos que luego les permita elaborar un Plan Nacional de Búsqueda.
"Nosotros estamos trabajando ya con ese registro, le denominamos 'identidad digital' de la persona desaparecida [IDIG] porque no se trata de que tengas registros, lo que necesitas es conocer a las personas para las cuales hay que implementar acciones de búsqueda", sostuvo en entrevista con este medio.
Financiación
Esta estructura que fue creada por la Ley General de Desaparición Forzada y Desaparición por Particulares tiene, según Cabrera, un espectro demasiado amplio sobre el que operar.
"Es una ley muy ambiciosa, tenemos que buscar a los desaparecidos de la guerra sucia [década de 1970] lo que pasó después, lo que pueda venir. Es la única comisión que busca personas que tiene esa característica, en ningún lugar del mundo hay una comisión como ésta, todas se circunscriben a un hecho o problemática en particular y en nuestro caso no es así", señaló durante la entrevista.
A pesar del tamaño de su responsabilidad, durante estos primeros meses de trabajo Cabrera fue nombrado en marzo por Alfonso Navarrete Prida, Secretario de Gobernación, que es la instancia de la que depende institucionalmente, en la égida de la presidencia, la Comisión ha funcionado con un grupo reducido de personal propio.
"Ha habido una dificultad para poder articular las diferentes autoridades, como si fueran islas de información que no se pueden conectar. La ley hacía falta, y la Comisión como ese ente que permita articular a nivel nacional. Pero no podemos concebir que esto que está pasando lamentablemente en México, lo va a solucionar una comisión sola y el personal que la conforma. Por eso es tan importante este análisis a nivel nacional de los diferentes esfuerzos", sostuvo el Comisionado Nacional de Búsqueda.
Para el armado de su proyecto principal, el registro de casos, conformaron un grupo de trabajo que no forma parte de la Comisión, con trabajadores de las entidades y del área de estrategia digital federal, para generar un módulo del sistema único de información tecnológica e informática. Según explicó Cabrera, este grupo de trabajo está desarrollando el sistema que soporte toda la información generada en torno a una persona desaparecida, que además debe poder alimentarse y consultarse.
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"La ley contempla que se generen grupos de trabajo que atienden una problemática específica y después se desintegren. No hay necesidad que se incorporen a la Comisión. En este tema del software, generamos un grupo de trabajo para desarrollarlo, pensando que concluya y se desarticule. Cada quien regresa a su entidad, atendiendo su problemática. Ahorita están segmentados, atienden su problemática y tienen una carga adicional de trabajo, derivado de este Grupo", indicó.
¿Cuántos son?
El siguiente paso fue comenzar a depurar esas posibilidades cruzando con las fechas de nacimiento de cada persona desaparecida.
"Cuando nosotros le damos esos 35.000 al RENAPO, regresan alrededor de 627.000 nombres con sus fechas de nacimiento y nos dice: ‘pos búscale tú'. Nosotros ya aplicamos algunos procesos de depuración y pudimos determinar que de estos 627.000 por fecha de desaparición, edad y otros datos del registro, tenemos alrededor de 27.000 nombres que están registrados como personas desaparecidas de las que ya tenemos su fecha de nacimiento. Y hay más de 13.000 de quienes ya tenemos su fotografía, su huella dactilar y alguna otra información de diferentes bancos, de quienes ya va conformando esta identidad digital de la que hablaba", añadió.
La designación de Roberto Cabrera como primer comisionado de Búsqueda de Personas Desaparecidas es efecto directo de las búsquedas ciudadanas que emprendieron las familias organizadas, desde el último cuarto del año 2014.
Casi al unísono, en distintas partes de la República, la actitud de los padres de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa que salieron ellos mismos al campo a buscar a los jóvenes, abrió un camino para que decenas de colectivos siguieran ese camino, y reclamaran ante el Estado el reconocimiento formal de su trabajo y los recursos de seguridad y forenses que requiere la búsqueda de fosas clandestinas en campo abierto.
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"Temo que esa es de las mayores preocupaciones que tenemos. Si hay que armar un plan de búsqueda, por lo menos tenemos que saber a quién buscar para, en consecuencia, saber cómo lo tenemos que hacer y los recursos que implicarían esas búsquedas", aseveró.
"El compromiso que he estado adquiriendo con las familias y conmigo mismo, es que el registro en un alto porcentaje tiene que estar antes del 14 de agosto, porque es un insumo necesario para la generación del programa. Sería muy irresponsable de mi parte no tener esa base para presentar un programa de búsqueda de personas", concluyó Cabrera.