Argentina: ¿nuevo escenario de 'guerra' entre China y EEUU?
Ayuda humanitaria es el otro eufemismo de turno que emplea EEUU, según entienden varios políticos y organizaciones sociales del país sudamericano, para denominar a su futura instalación militar en una zona estratégica de Argentina.
El profesor y analista político argentino Mariano Ciafardini, hace puntualizaciones fundamentales al respecto.
"Al hablar, aunque sólo hablen de 'desastres naturales', están hablando de posibilidades de despliegue sobre el terreno, porque ya están hablando entonces de personal que va a ir a algún lugar a hacer algo, que va a ir a algún lugar a prevenir algo, de movilidades. No es como la base china que es una base de investigación que no implica el desplazamiento de personal hacia ningún lugar, porque exclusivamente el trabajo se hace ahí adentro".
El proyecto estadounidense en Argentina fue aprobado en 2012 por el exgobernador Jorge Sapag, del Movimiento Popular Neuquino (MPN), y se frenó debido a la polémica que provocó en Chaco la instalación de una base de iguales características, también financiada por el Comando Sur.
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Por estos días, Sapag volvió a salir a la palestra para justificar el proyecto, y puso el foco en que la iniciativa es 'gratuita'.
"Son instalaciones para Defensa Civil. Les interesa (al Comando Sur) porque creen en la filantropía", lanzó. Y quiso dejar clara su idea: "EEUU nos explota financieramente, pero también recuperan su conciencia regalando cosas. Es gratis, ¿por qué no lo vamos a recibir?".
Ciafardini opina que estas instalaciones implican un riesgo claro a la soberanía.
"Los desastres naturales por excelencia en Argentina son las grandes inundaciones en la Pampa húmeda o en la parte del litoral, y que no son allí (en la Patagonia) para nada", justifica el analista.
Entonces, este sábado al mejor estilo ninja, The New York Times lanzó su bomba de humo desviando la atención hacia China, y que propagandeó en Twitter. En el artículo, respecto al centro chino de apoyo a sus misiones espaciales, se puede leer: "La base solitaria es uno de los símbolos más impactantes de la estrategia que Pekín lleva implementando desde hace tiempo para transformar Latinoamérica y dar forma al futuro de la región, a menudo a través de maniobras que socavan directamente el poder político, económico y estratégico de EEUU en ésta".
“There has been an abdication” of leadership by the United States in Latin America. And China has stepped in with a far-reaching plan of its own. https://t.co/ixSLCsxVAn
— New York Times World (@nytimesworld) 28 июля 2018 г.
Para Ciafardini, ex director Nacional de Política Criminal del Ministerio de Justicia, este artículo destila "una reactualización de algo conflictivo o una especie de justificación por la cual de por qué ellos (EEUU) quieren poner su base ahí. Porque en realidad la base china es una base no militar. Puede haber militares, pero la funcionalidad de la base es totalmente técnica, de investigación, no tiene fines de ocupación ni de defensa de territorio, ni ningún objetivo de conflicto".
"Lo que pasa con estos editoriales o columnas que publica el New York Times es que en realidad lo que buscan es justificar acciones del Departamento de Defensa (de EEUU) y acciones nuevas de ellos como son que están intentando seriamente inmiscuirse en la cuestión militar argentina. Esto es todo parte de una maniobra envolvente que tiende a policializar las Fuerzas Armadas argentinas bajo la conducción de las estrategias del Pentágono y de los centros de inteligencia norteamericano. Por eso sacan a relucir (The New York Times) 'hay una base china, por eso está la norteamericana'", observa Ciafardini.
Lo que intenta tapar esta cortina de humo es que Argentina arde en protestas por la construcción por parte del Comando Sur de EEUU de un edificio de 2 millones de dólares, y que para varios diputados se trata de una base militar para controlar Vaca Muerta, una de las reservas de hidrocarburos más importantes del mundo.
Al respecto, Marcela Escobar, miembro de la Asamblea Socioambiental de Centenario y Vista Alegre de Neuquén, observó que "en estos últimos meses, los ambientalistas nos planteamos la duda de si realmente los ríos y lagos de la provincia se están secando, o se están desviando con un brazo para la industria extractivista. La Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) de alguna manera lo ha visualizado a través de un proyecto para construir un acueducto hacia Vaca Muerta para ofrecer a las empresas un aporte directo de agua dulce para el fracking".
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Lo esencial que hay que ver en este caso en opinión de Ciafardini "es la causalidad, la coincidencia temporal. Justo en el momento en que se agudiza el enfrentamiento comercial entre EEUU y China, y en el momento en que hay todo un impulso dentro de lo que se llama el 'Estado profundo' norteamericano por empujar el Gobierno de EEUU a un enfrentamiento más que comercial, incluso militar con China y Rusia, empiezan con estas cosas".
"A la cosa (el contexto de la publicación de The New York Times) hay que leerla políticamente desde ahí, sino nos vamos a enfrascar en una discusión técnica que no estamos en condiciones de dar. (…) Desde el punto de vista político está claro que (la instalación de una base militar de EEUU en la Patagonia) es parte de una estrategia de ocupación, de avance, no sólo sobre Argentina, sino también sobre toda la región de parte de los sectores más belicistas e imperialistas de EEUU", concluye Mariano Ciafardini.