Según un reciente artículo de la BBC, varias compañías mineras estadounidenses están reclamando derechos en los estados de Alaska, Montana e Idaho para poder extraer este mineral en el territorio de EEUU.
Según declaró al medio el presidente ejecutivo de la empresa, Trent Mell, "los mineros como nosotros en realidad nunca hemos salido a buscar cobalto" y subrayó que "hay mucho cobalto en el mundo, y como mineros, estamos retrasados".
De acuerdo con los pronósticos de la consultora británica CRU, el consumo de cobalto podría superar las 122.000 toneladas en 2018, en comparación con las 75.000 toneladas en 2011. No obstante, los analistas advierten que para 2022 el mundo podría enfrentar una escasez de este mineral.
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Pese a que más del 60% de este mineral es extraído de la República Democrática de Congo, es China el principal productor del cobalto refinado.
No obstante, debido a la ubicación geográfica de los yacimientos de cobalto más grandes, los productores estadounidenses nunca serán capaces de detener completamente la importación de este mineral.
Debido al aumento constante del precio del cobalto, las compañías de todo el mundo intentan reducir su dependencia de este mineral. Por ejemplo, el investigador Gerbrand Ceder, de la Universidad de California, está trabajando para desarrollar una batería estable que no necesite grandes cantidades de cobalto.
Sin embargo, el propio científico admite que "durante algún tiempo en el futuro se seguirá utilizando bastante cobalto".