La inflación del mes de junio llegó a 3,5%, el comercio está en rojo, la moneda sufrió una devaluación que supera el 40% en lo que va del año y la deuda externa se multiplicó. Esa es la imagen de la economía argentina. La respuesta del Gobierno a ello fue romper con el "gradualismo" y aplicar un fuerte ajuste.
El plan del FMI "es un plan de un ajuste muy grande. En concreto el propio Gobierno contabiliza unos 15.000 millones de dólares de ajuste para el año 2019", dijo en diálogo con Sputnik el economista e investigador José Castillo, para quien el cumplimiento de lo establecido y la llegada de parte del préstamo no logró ni asegura un repunte de la economía.
Lo más preocupante, según Castillo, es que no está asegurado el financiamiento para el año 2019.
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"Aquellos sectores que no logran trasladar a precios los impactos de la devaluación en sus insumos (porque no venden debido a la situación recesiva) van por el achicamiento de personal. Esto ya comienza a darse en una cantidad de empresas, algunas inclusive que son líderes de la actividad industrial argentina como es la cadena automotriz. Las pymes todavía más, que son las que tienen menos espalda".