Fabricar a un mismo tiempo dos cohetes pesados, el viejo y el nuevo, abocaría la empresa a una quiebra financiera, el Estado no puede apoyarla eternamente, advirtió Rogozin en una entrevista con Sputnik.
"Hay que centrarse en lo esencial, que son las versiones ligera, mediana y pesada del lanzador Angará, en un futuro, también la superpesada. Es muy importante que ese cohete empiece a volar y se lance a la producción en serie", declaró el director de la corporación aeroespacial rusa.
El nuevo director de Roscosmos, que asumió el cargo a finales del pasado mes, prometió concluir la auditoría de los principales proyectos hacia mediados de julio.
El programa del saneamiento financiero, según él, no se limitará a Jrúnichev que tiene fábricas en Moscú, Vorónezh, Omsk y otras ciudades de Rusia.
"En principio, se trata de todas las empresas que ocupan desde los tiempos de la Unión Soviética un territorio claramente superior al requerido para actividades industriales", dijo Rogozin.
Tema relacionado: El Protón Medium, la respuesta rusa al avance de SpaceX