La encuesta constaba de una sola pregunta: '¿Se centró demasiado la política exterior de EEUU en la lucha contra el terrorismo?'. La mayoría de los encuestados se mostró de acuerdo con esta afirmación.
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Por ejemplo, uno de los encuestados fue el exdirector de la CIA, David Petraeus, quien también fue comandante de las fuerzas de la coalición en Irak y Afganistán.
Terrorismo como trama para EEUU
Según respondió Lydia Khalil, investigadora del Programa de Asia Occidental, la lucha contra el terrorismo fue una "distracción para EEUU a la hora de contrarrestar efectivamente los retos globales más dominantes provenientes de China y Rusia".
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El director del Instituto de Washington para la Política en Oriente Medio, Michael Singh, se mostró de acuerdo en que el terrorismo es una trampa para distraer a EEUU, y calificó a Rusia y China de "Estados revisionistas".
¿Perdió EEUU su liderazgo?
Muchos de los analistas afirmaron que, mientras EEUU invertía billones de dólares de su guerra contra el terrorismo de 17 años, su liderazgo mundial perdía fuelle en algunos aspectos.
"Los terroristas quieren imponer costes desproporcionados en la lucha contra sus acciones y promover así reacciones contraproducentes por parte de EEUU. Desde el 9/11, EEUU se gastó billones de dólares e invirtió casi dos décadas en la guerra", concluyó Vikram J. Singh.
El fracaso de una guerra de 17 años
Otros analistas concluyeron que la lucha contra el terrorismo no fue fructífera y que la política adoptada por el Gobierno de EEUU no fue la adecuada. Barbara F. Walter, de la Universidad de California, destacó que, en vez de luchar contra grupos terroristas, había que trabajar para acabar con las guerras civiles que los originaron.
"Incluso si EEUU tuviera éxito en su lucha contra el ISIS —organización terrorista proscrita en Rusia-, otros grupos similares emergerían mientras haya guerras civiles que les permitan prosperar", dijo.
Enemigo №1 de EEUU
Dmitri Kosirev señaló que el presidente de Rusia, Vladímir Putin, fue el primero en llamar a su homólogo estadounidense después de los ataques perpetrados el 11 de septiembre del 2001.
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En aquel entonces, Putin ofreció a Bush una cooperación en la lucha contra el terrorismo. No obstante, Kosirev señaló que esta colaboración se limitó principalmente a informarse mutuamente.
No obstante, bajo distintas administraciones, EEUU calificó a Rusia como la amenaza número uno, incluso por delante del ISIS, contó el especialista.
"Rusia daba la impresión de que se trataba de un malentendido y de que al final Washington acabaría entendiendo lo profundo de su error. Pero lo más probable es que no quieran entender nada", prosiguió.
Amenaza global del terrorismo
Kosirev destacó que el terrorismo es ante todo una amenaza para el mundo musulmán. No obstante, al 'hacerlo explotar' desde dentro, los terroristas no se van a parar allí e "irán a por los demás mundos de nuestro planeta".
"En realidad, se trata no tanto de una operación policial internacional o de liquidar a unos insurgentes globales. Se trata de una auténtica guerra a escala global", concluyó.
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