"El presidente de Siria, Bashar Asad, apoyó el acuerdo entre Sebastopol y Tartus y lo calificó como una importante vía de cooperación. Precisó que dado el bloqueo internacional sobre el comercio con Siria, el mar Mediterráneo es la única salida al mercado global", comentó a los periodistas el jefe de la delegación rusa, el diputado de la Cámara Baja del Parlamento, Dmitri Sablin.
Actualmente, los suministros de trigo ruso dominan los flujos de mercancías, y las partes negocian qué productos más es posible introducir en el comercio.
El vicegobernador de Sebastopol, Vladímir Bazárov, también parte de la delegación, reveló a los periodistas que Rusia puede suministrar a Siria productos siderúrgicos y materiales para la construcción mientras Tartus podría enviar más productos agrícolas y textiles.
El acuerdo actualmente se está revisando por el Ministerio de Economía ruso. Su firma está prevista para finales de julio.
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Además de los dos puertos, la delegación rusa discutió también un posible acuerdo de cooperación más estrecha entre las dos áreas capitalinas: la región de Moscú y la provincia de Damasco.
Según el jefe de la delegación rusa, este tipo de vínculos goza del apoyo personal de Bashar Asad.
"Nos conocemos todavía escasamente. Necesitamos un diálogo más estrecho a nivel político y cultural, en particular entre los jóvenes", citó Sablin al mandatario sirio.