Trump repitió su promesa de que México pagará la construcción de un muro a lo largo de la frontera entre EEUU y México.
"Al final, México va a pagar por el muro. No hacen absolutamente nada para evitar que las personas atraviesen México, Honduras y todos estos otros países… No hacen nada para ayudarnos", dijo Trump a sus partidarios en Nashville, Tennessee.
"No final, o México vai pagar o muro" — Trump pic.twitter.com/xUBpnFf7jl
— GABRIEL PINHEIRO (@GABRlELPlNHElRO) 30 мая 2018 г.
México insiste que no pagaría por un muro fronterizo. El presidente de México, Enrique Peña Nieto, lo reiteró en Twitter.
"Presidente Donald Trump: No. México Nunca pagará por un muro. Ni ahora, ni nunca", reza el categórico mensaje escrito en su cuenta personal por el mandatario latinoamericano, y reproducido en la cuenta oficial de la Presidencia de la República.
Presidente @realDonaldTrump: NO. México NUNCA pagará por un muro. Ni ahora, ni nunca.
— Enrique Peña Nieto (@EPN) 30 мая 2018 г.
Atentamente, México (todos nosotros).
Los planes de Trump son que México pague de alguna manera u otra por la construcción de un muro, que el mandatario estadounidense pretende terminar en toda la línea fronteriza de unos 3.200 kilómetros, donde ya existe una valla metálica a lo largo en casi 1.000 kilómetros.
El 31 de agosto de 2016, Peña Nieto invitó a Trump a la residencia presidencial oficial de Los Pinos, que resultó en un fiasco, porque el candidato voló de México a un mitin en Texas, sur de EEUU, donde el entonces candidato republicano repitió que ordenaría construir un muro que cobraría a México, un tema que había quedado fuera de la visita, según dijo aquella vez Peña Nieto.
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La polémica invitación fue hecha por una gestión del entonces secretario de Finanzas, Luis Videgaray, y del yerno de Trump, Jared Kushner, a quien había conocido en los círculos financieros de Nueva York.
México detiene y expulsa unos 200.000 de los casi medio millón de migrantes centroamericanos que cruzan su territorio hacia EEUU, mientras que las autoridades estadounidenses expulsan otros 200.000 más arrestados en su territorio, un tema que ha sido negociado sin resultados concretos desde enero de 2017.