"Nadie intenta restaurarlo en su totalidad, esto contradice las normas de restauración, se trata de recuperar los museos y devolverles su vida cultural y turística", dijo Piotrovski en una entrevista concedida a Sputnik.
Según explicó el experto, hay dos ámbitos del trabajo cultural en Siria, que son la recuperación de la actividad museística y la restauración del patrimonio destruido.
"No hay ningún plazo para ello, ni tampoco hay que fijarlos", concluyó.
La actividad de los terroristas en Siria impactó seriamente en el patrimonio cultural de Oriente Próximo.
En particular, Palmira, uno de los seis lugares de Siria proclamados Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco, sufrió numerosas pérdidas durante la primera ocupación yihadista, que se prolongó durante 10 meses desde mayo de 2015.
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En marzo de 2016, los militares sirios con el apoyo de la aviación rusa recuperaron el control de la urbe, que por entonces conservaba aún el 80% del patrimonio cultural, pero en diciembre del mismo año los yihadistas volvieron a tomar Palmira y, aunque fueron expulsados poco después, lograron destruir numerosos monumentos.
Fotos: La guerra en Siria, vista por los corresponsales de Sputnik