Estados Unidos y Francia ya han comenzado a buscar nuevas fórmulas de solución para el conflicto sirio. Empezaron con el objetivo de poner fin a la influencia iraní en la guerra e instar a los países árabes a compartir la carga financiera y militar del conflicto. La implementación de estos planes amenaza los intereses no solo de Irán, sino también de Rusia, opinan los expertos consultados por el diario Kommersant.
De acuerdo con el profesor del Departamento de Historia, Ciencias Políticas y Derecho de la Universidad Estatal Rusa de Humanidades, Grigori Kosach, de momento se está "sondeando el terreno, ponderando diferentes opciones y diferentes alianzas". Pero en cualquier caso, la tendencia para Rusia es negativa.
"Nuestras relaciones con Arabia Saudí pueden colapsar poco después de empezar, la ya frágil unión con Turquía se verá amenazada. Podemos encontrarnos solos con Irán", opinó el experto.
La Cámara Baja del Congreso de EEUU —la Cámara de Representantes— también aprobó un proyecto de ley que prohíbe a Washington ayudar a reconstruir Siria en los territorios controlados por Damasco.
"Esto causa preocupación tanto en Moscú, como en Teherán y Damasco", afirmó Semiónov.