La ofrenda del mandatario consiste en un "masakaki", una rama del árbol sakaki sagrado para el sintoísmo, según informa Kyodo.
El vecino Seúl no tardó en expresar su malestar por el gesto de Abe.
"El Gobierno (surcoreano) expresa su seria preocupación y lamenta el hecho de que representantes del Gobierno o el Parlamento japonés hayan rendido tributo al tempo Yasukuni que glorifica su historial (de Japón) de invasiones y guerras coloniales", manifestó en un comunicado el Ministerio de Exteriores de Corea del Sur.
La Cancillería surcoreana también instó a Japón a que "se esfuerce para lograr la confianza de los países vecinos y la comunidad internacional".
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En el templo sintoísta Yasukuni están representadas las almas de 2,5 millones de japoneses fallecidos en las guerras, incluyendo 14 políticos y militares declarados criminales de guerra de clase A a raíz de la ocupación japonesa del continente asiático durante el siglo pasado.
Las visitas y las ofrendas que los líderes políticos japoneses realizan a Yasukuni suelen provocar las protestas de China y Corea del Sur, principales víctimas del militarismo japonés durante la II Guerra Mundial.