Asimismo, Francia y el Reino Unido tomaron parte en la operación militar. Sin embargo, de acuerdo con el Ministerio de Defensa ruso, 71 de 103 misiles lanzados por los países occdentales fueron derribados por los sistemas antiaéreos de Siria.
Las acciones militares no fueron acordadas con el Consejo de Seguridad de la ONU y además se realizaron antes de que comenzara la investigación de la OPAQ sobre el supuesto ataque químico en Duma. La Cancillería rusa condenó los ataques y declaró que el verdadero objetivo de las acciones de Washington, Londres y París era frustrar el trabajo de la OPAQ en Duma.