Xi Jinping y Kim Jong-un dan un sacudón a Occidente
El encuentro tiene lugar pocos días después de la guerra comercial — disfrazada de aranceles — que EEUU le declaró a China, pero antes de que Pekín anunciara su contraataque al país norteamericano. Esto, más allá de la presión que Washington, Tokio y Seul, continúan ejerciendo sobre Pyongyang.
En este sentido, el profesor de Economía Política de la Universidad del País Vasco, Joaquín Arriola, explica que a esta cumbre "hay que situarla en un contexto de una reunión muy importante que va a haber (…) que es una novedad absoluta y es la reunión del presidente de Corea del Norte con su homólogo de EEUU. Sin dudas esa reunión entre Kim Jong-un y Trump ha estado sobre la mesa".
Para el analista, esta visita del líder norcoreano a China "tiene un elemento muy simbólico: que haya durado tres días; que haya sido una recepción en su 'domicilio', todo eso lanza un mensaje claro de fraternidad irrompible entre ambos líderes, y por tanto entre ambos países. Pero el momento en que se ha celebrado la reunión, también es un anuncio probablemente de un cambio en la posición internacional de Corea del Norte".
Y es que ya hay una agenda trazada que marcará el vértigo de la hoja de ruta de Kim en tres encuentros fundamentales para el futuro mediato de la región Asia-Pacífico: los nombres, anotados en rojo, son: Donald Trump, presidente de EEUU, Moon Jae-in, mandatario de Corea del Sur, y Shinzo Abe, primer ministro de Japón, quien se agenció a la lista de espera a último momento, y será el último en el turno.
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Arriola interpreta esta agenda en el sentido de que "da toda la impresión de que Corea del Norte va a intentar modificar su situación de relativo aislamiento que tiene en el escenario internacional y pasar a jugar un papel más activo, cosa que no ha tenido prácticamente nunca, salvo en el punto de vista autodefensivo".
"En ese contexto, que ese cambio se inaugure desde China marca también un elemento fundamental en lo que son las alianzas futuras que se puedan construir, que siempre van a estar condicionadas por esa relación China-Corea del Norte", avisa Joaquín Arriola.