"Mike Pompeo, director de la CIA, se convertirá en nuestro nuevo secretario de Estado: ¡Hará un trabajo fantástico! ¡Gracias a Rex Tillerson por su servicio!", tuiteó el mandatario.
El 1 de febrero de 2017 Tillerson prestó juramento como secretario de Estado en la Administración Trump. No obstante, ya a finales de julio de ese mismo año los medios difundieron una noticia sobre la posible dimisión del político por discrepancias con el presidente.
Pero, ¿en qué discrepaban Trump y Tillerson? El hecho es que —a diferencia del presidente— el secretario de Estado se pronunciaba en contra de la salida de EEUU del Acuerdo de París sobre el cambio climático y del acuerdo nuclear con Irán. Asimismo, apoyó una política de negociaciones con Corea del Norte. Por último, consideró que lo más importante para Washington era mantener buenas relaciones con los aliados de la OTAN.
La hija del mandatario, Ivanka Trump, también 'azuzó' el conflicto entre la Casa Blanca y el Departamento de Estado cuando encabezó la delegación estadounidense durante la Cumbre Mundial Empresarial de 2017 celebrada en la India. Ivanka fue invitada al evento por iniciativa del propio primer ministro indio, Narendra Modi, algo que provocó el enojo del secretario de Estado.
"Ellos [Tillerson y su equipo] no van a enviar a la cumbre a sus altos funcionarios porque no quieren apoyar a Ivanka. Es un divorcio más entre la Casa Blanca y el Departamento de Estado, a la vez que Rex Tillerson no quiere más problemas con el presidente", declaró un alto funcionario del organismo, citado por la CNN.
¿Quién es míster Pompeo?
El futuro secretario de Estado y actual jefe de la CIA, Mike Pompeo, también es conocido como "el conservador más conservador". A diferencia de Tillerson, coincide con Trump en que "América está por encima de todo" y no va a tomar en cuenta los intereses de terceros países.
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Según sugirió el experto Vladímir Ardáev a Sputnik, Pompeo no va a emprender políticas de contención ante casos complicados, ya sea Corea del Norte o Irán.
"No se puede descartar que la política de EEUU se vuelva más dura, incluso respecto a los aliados de Washington", explicó Ardáev.
Según afirmó Ardáev, Tillerson —como Flynn— ha sido uno de los miembros de la Administración Trump que mostraba actitudes 'prorrusas'. De este modo, cualquier titular de la Casa Blanca que se oponga a la ampliación de sanciones contra Moscú o se ponga de parte del Kremlin en algún aspecto corre el riesgo de convertirse en la próxima víctima del presidente.