En el mundo, las poblaciones de tigres, leones, pumas, jaguares, leopardos y otros grandes felinos disminuyen a un "ritmo alarmante" debido a la desaparición de su hábitat y sus presas, las interacciones con humanos, la caza furtiva y el comercio ilícito.
El zoólogo uruguayo Enrique González, director de la organización social Vida Silvestre, conversó con Sputnik y explicó que en la región de América del Sur hay situaciones muy disímiles respecto a dónde quedan este tipo de animales silvestres, pero básicamente la distinción se reduce a "las zonas donde el ser humano ha avanzado, ya sea instalándose o produciendo", y las que no.
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"En las regiones más productivas y más habitadas, como la Mata Atlántica en Brasil, la Serra do mar, que está casi toda desmatada porque se cortó la selva, se extinguió el jaguar. En Argentina, donde históricamente ocupaba casi medio país, hoy sólo queda en las provincias de Salta, Jujuy, y en algunas partes de Formosa y Misiones. En el este de Paraguay quedan muy pocos, y en el oeste, cerca del Gran Chaco, que es una zona menos humanizada, todavía quedan jaguares", contó González.
— La caza: "Es una actividad que generalmente se realiza fuera de la ley y por ello es muy difícil tener estadísticas, datos e información certera acerca de qué está pasando como para emprender acciones", explicó el experto. Sin embargo, señaló que los países que tienen poblaciones indígenas campesinas, para quienes la cacería es una actividad tradicional, habitualmente se las autoriza a cazar.
— Las actividades productivas: "Hay muchas que van en contra de la fauna y contra las que es difícil operar, porque generalmente los gobiernos no están muy propensos a regularlas", aseguró González. Uno de los ejemplos que dio es el uso de fertilizantes y herbicidas en grandes cantidades.
— Legislación: tal como se desprende de los dos puntos anteriores, a entender del zoólogo, ambas actividades deberían ser fiscalizadas de mejor manera, y para ello considera imperioso elaborar una legislación que genere un marco de actuación para diferentes escenarios.
"Uruguay no tiene una política establecida para enfrentar esa situación, al igual que muchos países. Es comprensible que un productor quiera que el animal no le coma el ganado, pero hay otras soluciones a la caza o la muerte", aseguró.
González señaló que en otros países se han implementado medidas, que van desde el pago al productor de los animales muertos por parte del Estado, hasta la prevención de posibles ataques de los grandes felinos, no dejando animales sueltos en la noche, cambiarlas de potrero o guardarlas en un corral.
¿Por qué es necesario preservar la flora y la fauna?
Pensemos en los murciélagos, esos mamíferos voladores que tanta repulsión nos generan. Estos animales son "extremadamente útiles" a los humanos: en el mundo son los principales controladores de los insectos voladores nocturnos (polillas, escarabajos, mosquitas, chinches, etcétera).
"Los animales silvestres nos ofrecen una cantidad de servicios ecosistémicos que ayudan mucho a la vida humana y a la conservación del equilibrio de la naturaleza", aseguró González.