La evidencia ha resultado ser los restos de una pequeña esfera de arcilla de tan solo 1,016 centímetros de ancho en la que se indica que pertenecía al 'profeta Isaías'. El descubrimiento ha tenido lugar en unas excavaciones en la colina de Ophel, un promontorio al sur del Monte del Templo.
Left: The Mark of a Prophet? This May Be the Signature of Isaiah. Near Temple Mount a collection of clay seals was found, one belonging to King Hezekiah (8th c. BC) https://t.co/K22xSqLvsW Right: Caligraphic Handmade Magnet with Alphabet from Vinča Script https://t.co/OMNzg7dS5s pic.twitter.com/uhpn39h89u
— Prehistoric Mojo (@PrehistoricMojo) 24 февраля 2018 г.
El libro de Isaías es el más citado por los autores del Nuevo Testamento. Para los cristianos, el profeta predijo la llegada del Mesías, la muerte de Jesucristo y el nacimiento de la Virgen María. Vivió en el Reino de Judá —en parte del territorio del actual Israel—, durante los tiempos del rey Ezequías, de quien Isaías llegó a ser consejero.
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Piedras en el camino
Puesto que la 'bulla' encontrada no está completa, la firma tampoco.
"[Entre las 'bullae' que encontramos estaba la de [un tal] 'Yesha'yah[ininteligible] Nvy[ininteligible]', lo que se traduce en un primer momento como 'El profeta Isaías'", señala Mazar en su investigación. Yesha'yahu es el nombre hebreo de Isaías en la escritura hebrea arcaica y las letras 'N', 'v' e 'y' corresponden a las tres consonantes que conforman la palabra 'profeta' en hebreo: 'navi'. Como la última letra —'aleph'— no figura, los arqueólogos no pueden descartar que perteneciese a alguien llamado Navi, un nombre muy común en aquella época, añade Mazar.
Sin embargo, la teoría de que en efecto pertenecía al profeta cobra fuerza cuando se recuerda que, en 2015 y a escasos metros del lugar donde se ha desenterrado la esfera, los arqueólogos hallaron la 'bulla' del propio rey Ezequías. Que el Isaías de la Biblia llegase a ser su consejero y que la misteriosa esfera se encontrase al lado de la de Ezequías tampoco se les pasa por alto a los arqueólogos.
Se cree que el profeta Isaías fue el responsable de la descripción bíblica de los cielos (Isaías, 6). Muchos son los investigadores que señalan que la visión de Dios entronado en los cielos fundó los cimientos de las posteriores descripciones del reino celestial.
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