El Su-25 del Ministerio ruso de Defensa pilotado por Filípov fue derribado por los terroristas el 3 de febrero con un misil portátil en el espacio aéreo de Idlib, en Siria.
"Aceptó un combate desigual con los terroristas, no se rindió, no huyó, tenemos todo el derecho de compararlo con los héroes, con los defensores de la Fortaleza de Brest, de Moscú, de Stalingrado", dijo el líder ruso.
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Filípov logró eyectarse y cayó en una zona controlada por los yihadistas, donde libró un combate desigual hasta disparar la última bala de su arma reglamentaria, fue cercado por los terroristas y resultó gravemente herido, tras lo cual se detonó con una granada.
"Él eligió una profesión militar al hacerse piloto militar, siguió la labor de su padre", subrayó el mandatario.
Román Filípov fue nominado por el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, a la condecoración de Héroe de Rusia a título póstumo.
Putin agradeció además a todos los militares que participaron en la operación en Siria y mostraron su heroísmo.
El presidente ruso hizo entrega de la condecoración de Héroe de Rusia a los padres del piloto fallecido, que se encontraban entre los invitados a la ceremonia celebrada en el Kremlin.
Este 23 de febrero se conmemora el centenario de la creación del Ejército Rojo, que en Rusia se celebra desde 1919 como el día del Defensor de la Patria.