En un extremo están quienes piensan que el servicio militar (SM) debe desaparecer porque contribuye y propicia condiciones para la suspensión de los derechos ciudadanos. También porque facilita la ocurrencia de casos de violencia institucional, principalmente durante el entrenamiento a novatos.
En cuanto al SM en particular, los sentires también son diversos. Julián González Guyer, politólogo uruguayo especialista en Defensa, explicó a Sputnik que el SM está concebido como un derecho y deber ciudadano. Según el experto, esa idea se instauró durante la Revolución Francesa (siglo XVIII).
"El himno francés [la Marsellesa, 1795] lo dice explícitamente: ‘a las armas ciudadanos'. Se entiende como un deber cívico prepararse para defender a la República", dijo González Guyer.
Respecto a la discusión actual sobre el SM, el especialista argentino en Defensa Fabián Calle dijo a Sputnik que se agrega otro ingrediente más: "La gente ve que los jóvenes mueren mucho más por la delincuencia y droga que por el SM", afirmó.
"Hay un debate sobre si convendría o no que los jóvenes hicieran alguna especie de servicio que nivele un poco, que les dé ciertas instrucciones básicas, ciertas normas que permitan encausar el desmadre social juvenil", sostuvo Calle.
Allí donde Calle ve una posible solución, González ve un problema: el SM no debería asumir competencias en la solución de un problema de carácter social. En un artículo publicado en 2016 en el periódico La Diaria el experto explicó porqué no a través del análisis del caso uruguayo.
González Guyer escribió: "no parece sano institucionalmente ni constituye un buen precedente para el funcionamiento democrático del país que la institución Ejército Nacional se constituya en actor político. El sistema político y la sociedad toda no debieran naturalizarlo". También advirtió que "la tendencia de extender el papel de las FFAA a los más diversos ámbitos conlleva el riesgo de militarizar la sociedad".
Un poco de historia
En la segunda mitad (principalmente después de la Guerra Fría, cuando las hipótesis de posibles conflictos entre países disminuyeron) el SM pasó a ser voluntario: ya no se necesitaron más trincheras ni "carne de cañón"; con tecnología se podía matar a muchos y a distancia.
Más allá de las diferencias, ambos expertos aseguran que el desarrollo de la tecnología militar, el no pensar en guerras en gran escala, llevaron a profesionalizar el SM. Además, queda implícito la "preferencia por no enseñar el uso de las armas al conjunto de la población", agregó González Guyer.
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Por otro lado, agregó que "no es causal que el SM esté en plena tendencia a desaparecer en el mundo". Hay excepciones: este año Suecia volvió a habilitar el SM, Francia está debatiendo qué hacer.
En Latinoamérica
En Argentina se derogó la ley en 1995, después del asesinato de Omar Carrasco en marzo de 1994 mientras cumplía con el SM obligatorio en Zapala, provincia de Neuquén. El de Uruguay "es un caso escopeta", sostuvo González Guyer. Es el único país en América del Sur que nunca tuvo SM, aunque sí "Instrucción Militar".
En 1939 los rioplatenses fueron testigos de la batalla naval entre el Graf Spee, un acorazado alemán nazi, y la flota inglesa del Atlántico Sur. "Produjo un gran shock" por la posibilidad de que Uruguay se viera envuelto en la Segunda Guerra Mundial, lo que generó la aprobación de la ley en 1940, contó González Guyer. Sin embargo nunca se pudo aplicar "por la resistencia de la propia población" y fue derogada en 2010.