Esas sustancias les hacen vulnerables a enfermedades graves, según admite el ministro de Defensa, Avigdor Lieberman, en el informe.
Además de los criterios de compensación a las familias, el informe prevé la rehabilitación de los soldados que se expusieron a esas sustancias.
Algunas de las sustancias peligrosas afectan a los pulmones y al sistema respiratorio mientras que otras sustancias exponen a los soldados a ciertos virus.
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La exposición a una bomba de fósforo, por ejemplo, puede afectar al sistema nervioso periférico.
La tabla menciona el caso del uranio, que puede causar daño a los riñones.
El mercurio puede causar envenenamiento crónico en los soldados expuestos a ese material.
La inhalación de partículas de polvo de asbestos puede causar enfermedades pulmonares.
La tabla también contiene referencias a otras sustancias tóxicas.