"No usamos ni aceptamos el lenguaje de las amenazas; sí, el Congreso de EEUU aprobó una ley (sobre las sanciones antirrusas), pero necesitamos garantizar nuestra seguridad nacional", señaló.
Según el canciller turco, Ankara quería "comprar estos medios a sus aliados".
El canciller añadió que su país no solo está interesado en la compra de estos sistemas, sino en la transferencia de tecnologías.
Cavusoglu recordó que Ankara firmó un acuerdo previo con el consorcio franco-italiano Eurosam para el desarrollo y suministro de sistemas antiaéreos, y que Turquía dispone de baterías españolas e italianas de misiles antiaéreos Patriot.
Tillerson se encuentra en Turquía en visita oficial.
El 15 de febrero se reunió con el presidente turco Recep Tayyip Erdogan.
A fines de diciembre pasado Rusia y Turquía firmaron un acuerdo de préstamo para suministros de sistemas de defensa antiaérea S-400.
Los primeros suministros empezarán en el primer trimestre de 2020, lo que fue confirmado tanto por Chémezov como por Ankara.
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El sistema antiaéreo S-400 Triumf (SA-21 Growler en la clasificación de la OTAN) es capaz de abatir aparatos aéreos de tecnología furtiva, misiles de crucero, misiles balísticos tácticos y táctico-operativos.
La ley para Contrarrestar a los Adversarios de EEUU a Través de Sanciones (Caatsa, por sus siglas en inglés), fue firmada por el presidente estadounidense Donald Trump en agosto de 2017 y prevé amplias sanciones contra Irán, Rusia y Corea del Norte.