"De esta manera, Ankara trata de crear un precedente en la cooperación tecnológico-militar para estimular su propia industria militar. Entretanto, para Rusia este contrato es evidentemente un avance", enfatizó.
Ponomarenko argumentó que Turquía no podría haber comprado en realidad ningún arma semejante de ninguna otra parte.
"Creo que la adquisición de los sistemas S-400 constituye un paso hacia la independencia de Turquía de los países que son sus aliados en la etapa actual, pero su comportamiento puede variar a corto y medio plazo", señaló el analista.
Se espera que los suministros de los sistemas antiaéreos S-400 rusos a Turquía empiecen en marzo de 2020, declaró el director general de la corporación Rostec, Serguéi Chemezov. Según el directivo de Rostec, Turquía abonará por adelantado el 45% de la suma con fondos propios, mientras que el 55% restante lo hará con el préstamo que le concede Rusia.
El S-400 tiene un alcance de hasta 400 kilómetros y puede destruir blancos a alturas de hasta 30 kilómetros; por sus prestaciones, pertenece a la generación 4+ y es el doble de eficaz que sus antecesores.