La dependencia de internet y de las redes sociales se está convirtiendo en un problema de salud en el mundo entero. No tener acceso a la red de redes, no poder contestar los mensajes de forma inmediata o no subir una foto al instante puede producir una ansiedad muy profunda, afirma el periódico La Razón.
Mientras tanto, para un 18 % de los jóvenes, Facebook, Snapchat e Instagram están sustituyendo a la vida real. Por este motivo se han desarrollado programas en clínicas y ONGs para rehabilitar a personas adictas a estas tecnologías, asegura el diario español.
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Andrés Carmona, experto en el trabajo con menores y jóvenes de la Unión Nacional de Asociaciones y Entidades de Atención al Drogodependiente de España, explicó al periódico que cuando se trata de las drogas tradicionales, se intenta romper con la actividad que genera esa adicción.
"En cambio, sobre los videojuegos y las redes sociales contamos con un hándicap importante: los chicos van a tener que seguir usando estas herramientas el resto de su vida, por lo que no se puede extinguir el uso radical de las mismas", comenta.
Uno de ellos es, sin duda, el juego tanto online como presencial. El proyecto señala que el 44,8% de las personas con este problema —que son un 0,9% del total— han jugado antes de alcanzar la mayoría de edad. Es más, el 9,8% reconoce haber apostado dinero. En la Estrategia, que estará en marcha en 2018, ya se prevé regular la publicidad para que no incluya mensajes que inciten al juego.
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El documento llama la atención sobre las nuevas aplicaciones para encontrar pareja o salir, como Tinder o Grinder, que están introduciendo dinámicas para favorecer las relaciones sexuales, a veces asociadas con el consumo de drogas o alcohol.
Además del uso compulsivo de internet y de los riesgos de las nuevas tecnologías, la nueva estrategia también se enfoca en el consumo de alcohol antes de los 18 años y en las diferencias de género desde la perspectiva de las adicciones.