El proceso de arreglo político de la crisis siria fue lanzado por Rusia, Turquía e Irán, los países que ya lograron establecer un alto el fuego en diferentes zonas de Siria y crear cuatro zonas de distensión.

No obstante, el analista está seguro de que estos hechos no consiguieron estropear las relaciones turco-rusas, principal garante de los acuerdos de Astaná. Al revés, estos acontecimientos produjeron el efecto contrario y la interacción entre los dos países se fortaleció aún más, opinó.
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Orhan también habló de la situación con los Manpads, los sistemas de defensa aérea portátiles utilizados por los yihadistas durante el ataque contra el avión ruso.
"Solo podemos conjeturar… sin embargo, la versión más probable parece ser que las armas fueron trasladadas desde EEUU. Esta suposición está respaldada por los datos según los cuales el grupo que derribó el avión [Frente Fatah al Sham] se encontraba previamente entre los que recibían armas y entrenamiento en el marco del programa de apoyo estadounidense", dijo.
El especialista también consideró el incidente como una 'segunda fase' del ataque con un dron a la base aérea de Hmeymim, y se limitó a recordar que entonces también se plantearon preguntas acerca de cómo el arma había llegado a manos de los terroristas.
"Francamente, es difícil imaginar que los sistemas Manpads puedan ser entregados a Siria por cualquier otra fuerza que no sea EEUU", aseguró.
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El Manpads utilizado por los yihadistas durante el ataque contra el avión ruso Su-25 podría haber llegado a sus manos mediante las fuerzas kurdas, armadas a su vez por Estados Unidos. Esta es la opinión del director del Instituto de Estudios Estratégicos de Ankara (ANKA), Rafet Aslantas.
"Hace poco discutimos sobre el suministro a las unidades de autodefensa kurdas (YPG) de los sistemas de defensa aérea de alta tecnología, incluyendo los Manpads. Nos parecía sospechosa una transferencia de estas cantidades de armas a una organización que consideramos terrorista. Entonces nos preguntamos: contra quiénes se utilizarían estas armas, si los yihadistas de Daesh —grupo terrorista proscrito en Rusia y otros países— no tienen siquiera un avión", relata Aslantas a Sputnik.
Por lo tanto, el uso de Manpads durante el ataque a la aeronave rusa no le parece sorprendente. Según el analista, la región recibió tantas armas que podían estar pasando libremente de una organización terrorista a otra.
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"Se puede decir que las fuerzas militares de los estados que actúan a favor de la distensión se han enfrentado con una amenaza directa y un intento de desacreditarlos. Un tanque turco fue destruido casi al mismo tiempo que el avión ruso, lo que lleva a ciertas reflexiones", cree.
El analista destacó que para que Idlib esté verdaderamente libre de colisiones, hace falta que todos los países que contribuyen al proceso de Astaná trabajen en esta dirección. Es obvio que la mayor parte de la responsabilidad en este asunto recae sobre Rusia y Turquía, pero el resultado solo se puede obtener si todos los países que respaldan el proceso trabajan juntos.
"Es evidente que Turquía y Rusia cumplirán con todas sus obligaciones en las zonas de distensión, pero si algunos jugadores intentan socavar el proceso, el caos continuará", concluyó.
El avión ruso Su-25 fue derribado en la provincia siria de Idlib por el sistema de defensa aérea portátil Manpads desde el territorio controlado por el grupo terrorista Frente Fatah al Sham. Este es el segundo ataque a las Fuerzas Armadas de Rusia realizado desde esta provincia después del que se produjo mediante un dron a la base aérea de Hmeymim.