Por si alguien no lo sabía, o estaba distraído, Tillerson, se dio una vueltita personalmente por Londres y París para avisar quién manda. Previsor, y por si se le escapaba algún detalle, el emisario de la Casa Blanca viajó pertrechado con el guion que su jefe airea desde hace un buen tiempo: la Administración Trump planea abandonar el histórico acuerdo nuclear con Irán, a menos que se hagan cambios en el pacto, a los que instó a sus aliados europeos a hacer las correcciones del caso.
No es que Irán esté incumpliendo con el pacto, que lo cumple a rajatabla, algo que es constantemente ratificado por todos los países signatarios del pacto, más la ONU y la OPAQ. Lo que está detrás de todo, es el programa de misiles del país persa.
Lea más: Expertos de EEUU en seguridad respaldan acuerdo nuclear con Irán
En este sentido, el analista internacional Juan Aguilar observa que "Tillerson se dedica a ir por el mundo enredando para ver de qué forma (EEUU) puede intentar anular el acuerdo 5+1 por el cual se regula el programa nuclear iraní".
El toque de atención del jefe de la diplomacia norteamericana comenzó en la capital británica. Y Boris Johnson se puso manos a la obra. Tras reunirse con Tillerson, afirmó que los tres países europeos que forman parte del pacto – Reino Unido, Francia y Alemania —, entienden la necesidad de "examinar lo que hace Irán en cuanto a los misiles balísticos y analizar qué podemos hacer juntos para contrarrestar esta actividad".
"La UE es una fatalidad para los pueblos de Europa, donde no hay soberanía, ni independencia, ni capacidad para decidir qué hacer en el mundo", sentencia Juan Aguilar.