Los militares rusos frustraron el ataque de 13 aviones no tripulados cargados de explosivos al derribar siete de esos drones y tomar el control de seis, haciéndolos aterrizar.
"Es una nueva página en la historia del terrorismo internacional y es que los drones fueron lanzados desde larga distancia", dijo Korotchenko.
"Es un nuevo desafío del terrorismo internacional al mundo", remarcó.
Korotchenko alertó que ataques similares podrían producirse en cualquier país de Europa, Oriente Medio o Asia.
Los terroristas, advirtió, podrían apuntar a las instalaciones militares, civiles, caravanas de automóviles, las residencias de los jefes de Estado, así como empresas industriales, depósitos de combustible, oleoductos y otros.
El experto puso en duda que los terroristas pudieran desarrollar las tecnologías avanzadas para producir y usar los drones.
"Es poco probable que los terroristas hayan organizado sin ayuda externa ese ataque masivo con drones (…) y el propio mecanismo para arrojar las minibombas no es que se pueda fabricar artesanalmente", dijo Korotchenko, editor de la revista Defensa Nacional.
Según revelaron los expertos militares, los terroristas usaron el GPS estadounidense para orientar sus aviones no tripulados.
Actualmente las autoridades rusas están investigando cómo los terroristas de Daesh recibieron estas tecnologías y equipos.