Según el medio, la investigación, que se inició el 5 de enero, corre a cargo de la Dirección General de la Competencia, el Consumo y la Lucha contra el Fraude (DGCCRF, por sus siglas en francés).
A finales de diciembre, Apple confirmó que desde 2016 ralentizaba las baterías de sus iPhone 6, iPhone 6s y iPhone SE, información que provocó malestar de muchos de los usuarios y enfrentó a la compañía a demandas colectivas en Estados Unidos e Israel.
Posteriormente, Apple pidió disculpas a sus clientes y se comprometió a rebajar de 79 a 29 dólares el precio del cambio de batería para los teléfonos con el plazo de garantía expirado, así como a actualizar el sistema operativo para que los usuarios pudieran comprobar el estado de la batería.