No lo hace, sin embargo, para incentivar a los usuarios a comprar los celulares más modernos y caros. En realidad, se trata de la solución a un problema al que se enfrentan los usuarios de los teléfonos inteligentes viejos.
El hecho es que los ingenieros de la compañía se vieron obligados a actualizar el sistema operativo iOS de tal modo que el iPhone se ralentiza si la batería del dispositivo es vieja o simplemente tiene poca energía. Esta actualización es capaz de controlar la velocidad de la CPU/GPU y el uso de energía del teléfono, algo que permite evitar apagones inesperados, así como prolongar la vida útil del 'gadget' y sus componentes.
"Las baterías de iones de litio se vuelven menos capaces de suministrar energía en demandas recurrentes y en condiciones frías, tienen una baja carga de batería o cuando envejecen, lo que puede generar apagones imprevistos para proteger los componentes electrónicos", explica un informe oficial de Apple.
Así que, si tu iPhone funciona a paso de tortuga, lo único que tienes que hacer es reemplazar la batería. No hace falta adquirir el modelo más reciente.