El nuevo convoy operará su primer trayecto en un tramo de ferrocarril de 20 kilómetros: el que une las localidades de Trubia y Figaredo.
El #tren de #gas de Trubia a Figaredo ya está en Asturias @Renfe llevará a cabo estos días la primera prueba piloto en Europa de un tren de viajeros propulsado con #GNL https://t.co/Ieut81JWTm pic.twitter.com/M6e4qSFpUl
— Reganosa (@Reganosa) 28 de diciembre de 2017
El ministro de Energía de España, Álvaro Nadal, y el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, asistirán a esta prueba acompañados por distintos empresarios. Posteriormente, Renfe realizará otras pruebas que se prolongarán durante cuatro meses.
Según el medio El Economista, un terminal de la empresa Reganosa suministrará el gas natural licuado que el tren utilizará como combustible. El GNL será transportado al tren con ayuda de camiones.
El primer tren europeo a gas natural se surte de Reganosa https://t.co/lNd0SSOTb6 pic.twitter.com/NGsOlnxbPu
— La Voz de Ferrol (@vozferrol) 5 de enero de 2018
El novedoso convoy es un automotor de vía estrecha que, aparte de ser propulsado por gas natural licuado en vez de combustible diésel, tendrá una cabeza tractora que funcionará a base de gasoil. Esta combinación permitirá a los constructores españoles comparar los resultados registrados por ambas tecnologías.
Antes de construir este tren, los constructores españoles habían valorado dos importantes factores, como son la capacidad logística y la gestión del GNL. Así, llegaron a la conclusión de que ambos aspectos pueden garantizar la seguridad de suministro para el mercado potencial.
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El uso del nuevo tren puede ayudar a España a reducir las emisiones de sustancias contaminantes, como óxidos de nitrógeno, óxidos de azufre y monóxido de carbono.
Este no es el primer proyecto similar que se realiza en el mundo. En 2013, la constructora de maquinaria de la ciudad rusa de Briansk creó la primera locomotora TEM19-001, que funcionaba a base de gas natural licuado. Las reservas del GNL se encontraban en un recipiente criogénico instalado en el convoy que, de hecho, fue manufacturado al 90% con piezas producidas en Rusia.
Los constructores rusos pusieron a prueba en 2016 la locomotora en los Ferrocarriles de Sverdlovsk. Los resultados del ensayo revelaron que, en comparación con las que emplean combustible diésel, la locomotora que funciona a base de gas natural licuado permite reducir el coste del transporte en un 24%.