"Necesitamos construir nuestra casa bien fuerte y protegida frente a lo que está pasando en el mundo.
El camarada 'lobo' sabe a quién se tiene que comer y no pregunta a nadie si puede comérselo".
(Vladímir Putin, 2006)
La firma que estampó el presidente norteamericano en diciembre pasado en vísperas del Año Nuevo en el documento titulado "La Estrategia de la Seguridad Nacional de EEUU", declarando que "Rusia representa el más significativo peligro existencial para EEUU", puso todos 'los puntos sobre las íes'. Es decir, la 'Nueva Guerra Fría' seguirá su curso.
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El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, frente a las amenazas de Trump sobre "las nubes de tempestad" en la Península de Corea, o la declaración de una "inevitable guerra" por el general Robert Neller reforzada por el anuncio del secretario de Defensa, James Mattis que "la guerra está en marcha", respondió serenamente indicando que "podemos afrontar cualquier amenaza nuclear de EEUU y tenemos una disuasión fuerte para impedir que Washington juegue con fuego. El botón nuclear siempre está en mi mesa, no es chantaje sino la realidad".
La Estrategia de Seguridad Nacional puede empujar a EEUU a conflictos internacionales https://t.co/U5ZErBysX5
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 19 декабря 2017 г.
También por primera vez en la historia, EEUU sufrió un aislamiento diplomático durante la votación en la Asamblea General y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas después de reconocer Trump a Jerusalén como la capital de Israel. El presidente de EEUU prometió recortar la ayuda a los países que votaron contra EEUU. En China, caracterizaron esta actitud del inquilino de Washington como la de un 'Tigre de Papel'.
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Todos estos cambios irritan, tanto al 'Gobierno Profundo' o 'Invisible' de EEUU como al entorno de Donald Trump. La meta estadounidense con Trump o con cualquier gobernante de turno es poner de 'rodillas' a Rusia. Se sabe que las sanciones no han dado los resultados esperados. Rusia sigue adelante y actualmente es el único país que podría contestar adecuadamente a EEUU en el caso de un conflicto militar. Esto se vio en Siria cuando el 3 de septiembre de 2013 dos misiles estadounidenses lanzados contra Siria cayeron inesperadamente en el Mediterráneo. El ministro de Defensa ruso Serguéi Shoigú contó en 2016 que los militares rusos lograron inutilizar 624 misiles de la OTAN preparados para atacar la capital de Siria, Damasco. Se cree también que posibles misiles estadounidenses lanzados contra Corea del Norte nunca llegarían a sus blancos porque serían derribados por instalaciones rusas S-400 o S-500. Los militares estadounidenses lo saben perfectamente.
Entonces, lo que queda a Washington es recurrir al terrorismo para tratar de crear caos en Rusia. Todo esto explica la evacuación de los cuadros terroristas del Estado Islámico de Siria, especialmente procedentes de Turkmenistán, Tayikistán y Uzbekistán que hablan ruso, para su traslado a Afganistán. De allí, según los estrategas de la CIA y del Pentágono, los terroristas irán infiltrándose en Asia Central, principalmente en sus países, trasladándose después al sur de Rusia, Irán y la parte occidental de China. El mismo expresidente de Afganistán, Hamid Karzai declaró en octubre de 2017 que los helicópteros estadounidenses trasladaban a los combatientes de Daesh (Estado Islámico) a Afganistán en grandes cantidades, donde se planifica recrear un nuevo califato islámico después de destruir a los talibanes o hacer una alianza con ellos.
El secretario del Consejo Superior de Seguridad Nacional de Irán, Alí Shamjaní ya denunció a EEUU, Arabia Saudita y al Reino Unido por promover las protestas callejeras en Irán con miras a una 'primavera persa'. Sin embargo, EEUU ya no tiene recursos económicos para promover y sostener sus 'revoluciones de color' o 'primaveras árabes' en Venezuela, Irán, Rusia, mantener su Estado Islámico en Siria, Irak, Yemen, Libia, Afganistán, Pakistán.
Estados Unidos y sus gobernantes de turno tienen que acostumbrarse y admitir que los tiempos de Alexander Hamilton cuando el mundo tenía puestos sus ojos en América ya han pasado y los países están mirando otros horizontes para asegurar su seguridad, soberanía y prosperidad.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE SPUTNIK