Putin explicó en noviembre que el derecho exclusivo permitirá aumentar los volúmenes de transporte marítimo y reforzar las posiciones de las compañías navegables rusas.
Sin embargo, esto no significa que Rusia cierre totalmente el paso a las empresas extranjeras, explicó el editor de la revista Morskie vesti Rossii, Serguéi Filimónov.
Para que una empresa extranjera utilice esta ruta debe expresar su deseo, registrarse y legalizar sus planes para obtener la bandera rusa del Estado ruso. Por eso esta ley es muy eficaz, subrayó el experto.
Filimónov recordó que la navegación ártica en la próxima década o dos no se desarrollará a expensas del transporte, por ejemplo, de Asia a Europa, sino del tránsito de materias primas.
"Allí hay grandes yacimientos. Se exportarán principalmente por vía marítima, en su mayoría petróleo y gas licuado, por lo que queremos otorgar preferencias a nuestras empresas para que exporten nuestro petróleo", explicó el experto.
"Y en cuanto a la navegación, hay un control muy estricto. Un buque espía no podrá pasar sin ser percibido bajo una bandera extranjera, esto es imposible. Especialmente en el Ártico, donde se requiere un rompehielos en la mayoría de los casos. Y los rompehielos allí todos son rusos, simplemente no hay otros", aseguró el interlocutor de Business FM.
El volumen de transporte de carga a lo largo de la Ruta Marítima del Norte en el último año superó los indicadores máximos de la época soviética y alcanzó un récord de 7,5 millones de toneladas.