"La negociación del indulto a cambio de impedir la vacancia en la presidencia avivó el rechazo contra el fujimorismo y Kuczynski, que perdió la legitimidad social y los apoyos que le permitieron ganar la segunda vuelta en las elecciones de 2016", dijo a esta agencia Bernales, consultor político que ha trabajado en organismos internacionales y regionales.
La exministra se oponía tanto al indulto a favor de Fujimori, como a las acusaciones de dos procuradoras contra el presidente.
Desde las elecciones del año pasado, "PPK (Pedro Pablo Kuczynski) fue señalado como cabildero de intereses privados y de hacer negocios propios, desde que era un joven ministro, que incluirían sobornos directos o indirectos de la constructora Odebrecht", dijo Bernales.
Tras la salida de Pérez Tello del cargo, hace un año, Kuczynski reestructuró su gabinete.
"Desde ese momento, hubo indicios de que avanzaba el indulto a favor de Fujimori, a través de un entendimiento entre el oficialismo minoritario y la mayoría absoluta de los fujimoristas en el Congreso", afirmó el experto.
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El tira y afloja se desencadenó en una crisis, hace 15 días, cuando una fracción de la izquierda propuso la moción de vacancia (destitución) contra el mandatario, con el apoyo de todo el fujimorismo y el resto del Congreso.
El desenlace llegó cuando, en plena discusión en el Congreso, circuló una nota entre los legisladores en la que médicos del sistema penal dictaminaban que el grave estado de salud de Fujimori ameritaba un indulto humanitario, objetado incluso por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Un mapa político dividido
El congresista Kenji Fujimori, hijo del exmandatario, hizo una presentación especial en favor de Kuczynski, aparentemente en contra de su bancada liderada por su hermana Keiko.
Los únicos que están unidos sin fisuras en el Perú de hoy son los empresarios, en opinión del analista.
"La elite económica ve que sus intereses están protegidos desde el Ejecutivo y el Congreso, y que los votos contra esa política económica son totalmente minoritarios y están divididos", explicó Bernales.
Las protestas contra el indulto se focalizan en Lima, son principalmente de jóvenes con educación, y se extienden al norte del país "por la mala ejecución de la reconstrucción de los daños por desastres naturales", dijo.
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El Perú está sacudido por "un profundo cambio en su cultura política, con el tejido de sus valores morales rotos, donde abunda el oportunismo y la inmoralidad generalizada, aún hay restos de inclinaciones al terrorismo, una grosera inseguridad ciudadana y poder del narcotráfico, sin bases colectivas sólidas", describió el analista.
Finalmente, la corrupción endémica data de las últimas cuatro décadas y ha empeorado, puntualizó el politólogo.
No obstante, las investigaciones contra la impunidad en delitos económicos, malversación de fondos públicos y otros delitos comunes "son indetenibles en el parlamento, en el Poder Judicial, en la Fiscalía, la Policía y en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos", opinó.
Tampoco se diluirá el impacto de los sobornos distribuidos por la empresa brasileña Odebrecht, observó, que afecta a prácticamente todos los Gobiernos desde el fin del régimen de Fujimori.
