"Kuczynski pasará a la historia no como un estadista, sino como alguien que simplemente negoció lo que pudo en un momento rápido", dijo Santos, catedrático de ciencias políticas y relaciones internacionales de la Universidad de las Américas.
La decisión acarreará altos costos para lo que resta del Gobierno de Kuczynski, pues "este pacto político fue muy cortoplacista y lo único que hizo fue llegar a una negociación para mantenerse en el poder y creo que se vendió muy rápido y muy bajo porque ahora le va a costar llegar a una gobernabilidad", estimó.
El 24 de diciembre por la noche, el presidente peruano otorgó un indulto humanitario a Fujimori, quien cumplía una pena de 25 años por homicidio calificado, secuestro agravado y actos de corrupción.
Kuczynski llegó al poder "no porque tenga capacidad de convocatoria", sino por un electorado que "no quería de regreso al fujimorismo", encarnado en la candidatura de la hija del expresidente condenado, Keiko Fujimori.
"Muchos de los votos no fueron necesariamente por él, fue un voto por no darle cabida al populismo, y por eso ahora la gobernabilidad le queda mucho más comprometida y va a tener que hacer más pactos con el fujimorismo para tener algún tipo de gobernabilidad", añadió.
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Otro de los detalles que impacta, según el experto en relaciones internacionales, son los tiempos "porque en semana A, el señor presidente dice que no va a indultar a Fujimori, en semana B el señor está acusado de no tener capacidad moral para gobernar y el partido de la oposición le salva, y en la Nochebuena ocurre el indulto".
Fujimori pasó de cuidados intensivos a cuidados intermedios en la clínica Centenario, en el distrito Pueblo Libre de la provincia de Lima, en donde está internado desde el 23 de diciembre.
Kuczynski hizo el anuncio de perdón tras sobrevivir el 21 de diciembre, gracias al apoyo de una parte de los sectores fujimoristas, a una iniciativa de destitución por "incapacidad moral" impulsada en el Congreso.