El 20 de diciembre, un grupo de 11 intelectuales, varios de ellos de raíces rusas, publicó en el periódico Le Monde una carta en la que exigieron al presidente del Consejo Superior de lo Audiovisual (CSA) francés, Olivier Schrameck, retirar el permiso a RT France que el 18 de diciembre empezó sus transmisiones en vivo.
Además tachó esas demandas de "censura oculta".
"Francia es un país democrático y quisiera recordar que la libertad de expresión es la piedra angular de la democracia", recalcó.
Leruth alentó a los periodistas de RT France a mostrarle a los franceses que las acusaciones contra el canal son absurdas.
El Senado ruso también fue contundente y advirtió que el país dará una respuesta simétrica a Francia si el Gobierno de ese país revoca la licencia a RT France.
"Si se retira la licencia, los medios franceses definitivamente se enfrentarán a una respuesta, a las mismas medidas que se impusieron a los medios estadounidenses", indicó el vicepresidente del Comité para Asuntos Internacionales del Senado, Vladímir Yabárov.
En mayo pasado, en una rueda de prensa Macron acusó sin pruebas a RT y a esta agencia de divulgar supuestas "noticias falsas".
La carta de esos once personajes, recalcó Zajárova, corresponde al espíritu de las declaraciones de Macron.
La huella estadounidense
El 13 de noviembre el Departamento de Justicia de Estados Unidos puso a RT America en su lista de "agentes extranjeros" alegando una polémica ley de 1938 conocida como FARA.
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A su vez, el Congreso estadounidense retiró la acreditación al canal impidiéndole ejercer su labor periodística en esa institución.
Rusia respondió a la presión estadounidense aprobando una ley similar a FARA.
El 5 de diciembre la Voz de América, Radio Free Europe/Radio Liberty (RFE/RL) y otros siete medios, financiados por el Gobierno estadounidense, se inscribieron como agentes extranjeros.
Leruth defendió la respuesta de Rusia y la calificó de correcta.
"El chocante trato discriminatorio a RT en Estados Unidos provocó medidas de respuesta por parte de Rusia que eran, sin duda, una reacción correcta en tales circunstancias", subrayó.
Libertad, igualdad y fraternidad
"Los intelectuales franceses decidieron olvidarse de la libertad, igualdad y fraternidad y pidieron el cierre de RT France, para no perturbar la mente de los franceses y no impedirles que sigan creyendo en la libertad, igualdad y fraternidad", dijo Simonián.
Desde el Ministerio ruso de Exteriores tacharon las exigencias del grupo de "injerencia flagrante en la labor de los medios".