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Esa misma inteligencia que funge de fuente fidedigna para el periódico, admite que no han visto hasta ahora evidencias sólidas de que el líder norcoreano, Kim Jong-un, haya ordenado la producción de armas reales, más allá de muestras y prototipos, por lo que solo hacen conjeturas al respecto.
Para el columnista de Sputnik y exdirector de Euronews Luis Rivas, "huele a conjeturas porque ni siquiera los propios norteamericanos son capaces de mostrar pruebas evidentes de esa posible existencia de armas biológicas. Pero está claro que nos recuerda a otros tipos de comportamiento, al menos propagandístico de EEUU con respecto a supuestas armas biológicas, y por supuesto nos recuerda a la justificación para invadir Irak".
Ese mismo día, la embajadora estadounidense ante la ONU Nikki Haley afirmó que si bien Pekín y el resto de la comunidad internacional, encabezados por Washington, están cumpliendo con las sanciones aplicadas contra Pyongyang por el desarrollo de su programa nuclear, no está haciendo lo suficiente. "Si no hacen más, tomaremos el asunto en nuestras propias manos y luego comenzaremos a pensar en sanciones secundarias”.
Pero además, Haley realiza estos comentarios beligerantes luego de que el canciller ruso, Serguéi Lavrov, manifestara que Pyongyang quiere entablar conversaciones directas con Washington para garantizar su seguridad. Unas conversaciones a las que Moscú está dispuesta a asistir.
Según Rivas, "está claro que las autoridades chinas, ya lo han dicho, no van a seguir el camino de la Administración Trump, y no van a seguir el juego de Washington en este terreno, teniendo en cuenta además que son uno de los principales países implicados en esta crisis con Corea del Norte, y que están jugando su diplomacia y política particular que no tiene nada que ver con la política norteamericana de la Administración de Donald Trump".
En pocos días EEUU aumentó la tensión con varios países en distintos puntos del planeta: la situación de Corea del Norte y la denuncia de armas biológicas; haber reconocido a Jerusalén como capital de Israel, algo que daría pie a los países árabes a diseñar una serie de sanciones contra EEUU; y la declaración del portavoz del Pentágono, Eric Pahon, quien afirmó que el papel de Rusia y Siria en el combate al terrorismo fue poco menos que residual.
En esta línea también hizo comentarios el ministro de Exteriores de Francia, Jean-Yves Le Drian, quien en una entrevista concedida al medio francés BFMTV, dijo que Rusia se había apropiado de la victoria en Siria sobre Daesh, que apenas liberaron la ciudad de Deir Ezzor, y con cierto retraso.
En este sentido, la portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova, reaccionó en su cuenta de Facebook: "Nuestros socios occidentales han estado diciendo en los últimos días que no fue Rusia, sino ellos, la coalición, quienes derrotaron al Daesh en Siria", escribió.
"Señores, deténganse. Sus éxitos son Irak, Libia y Afganistán. Deben estar orgullosos de ellos", afirmó Zajárova, quien además les recordó a los políticos occidentales las elevadas cifras de muertos y heridos que han dejado sus intervenciones militares en otros países.
"Está claro que EEUU está jugando un papel propagandístico completamente ridículo al no querer reconocer que la derrota del Estado Islámico en Siria el obra del Gobierno sirio y del Ejército ruso, y está claro que es algo que no pueden aceptar como expontecia en Oriente Medio. Es algo que para Washington es algo duro de aceptar", sentencia Luis Rivas.