Durante los últimos días en medios estadounidenses se adelantó que el miércoles Trump podría reconocer a Jerusalén como capital de Israel.
Este 5 de diciembre, Trump telefoneó al presidente palestino, Mahmud Abás, según indicaron fuentes oficiales palestinas que no mencionaron el contenido de lo tratado entre los dos mandatarios.
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Países como Jordania, que mantiene unas relaciones aceptables con Israel, o Arabia Saudí, que se relaciona en secreto con el estado judío, también advertieron a la administración de Washington que no dé ese paso.
Aunque las sedes de todos los ministerios israelíes están en Jerusalén, con excepción del ministerio de Defensa, que está en Tel Aviv, todas las embajadas acreditadas en el país se encuentran en Tel Aviv.
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El conjunto de la comunidad internacional no reconoce a Jerusalén como capital de Israel y está a la espera de que israelíes y palestinos alcancen un acuerdo de paz.
El 4 de diciembre, el presidente francés, Emmanuel Macron, telefoneó a Trump para pedirle que no dé el paso.
Delante del comité de Exteriores y Defensa de la Kneset, Netanyahu indicó que no tiene información sobre una inminente escalada de la tensión, aunque admitió que ha dado instrucciones a las fuerzas de seguridad para hacer frente a cualquier escenario.