"No tiene ningún sentido cancelar el embargo de armas porque Libia carece de una fuerza central", dijo a Sputnik Lev Dengov, quien encabeza en la Cancillería rusa un grupo de contacto para el país magrebí.
El diplomático añadió que el levantamiento de las restricciones "provocaría una escalada del conflicto y una minicarrera de armamentos entre diversas facciones militares".
Dengov, quien asiste al foro Diálogos del Mediterráneo en Roma, subrayó que "primero es necesario unir las estructuras militares, para que haya jefes del Ejército y del Estado Mayor General aceptados por todas las partes". "Algo que no existe en la actualidad", agregó.
Actualmente en Trípoli funciona el Gobierno de Unidad Nacional, reconocido como legítimo por el Consejo de Seguridad de la ONU y presidido por Fayez Sarraj, pero este Ejecutivo, que funciona desde el 31 de marzo de 2016, no ha sido reconocido hasta la fecha por la Cámara de Representantes (Parlamento) con sede en Tobruk.
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A finales de julio Francia acogió una reunión entre Sarraj y Haftar organizada con la mediación del presidente francés, Emmanuel Macron, y el enviado especial de la ONU para Libia, Ghassan Salamé.
Las partes acordaron establecer el régimen de alto el fuego y celebrar en 2018 los comicios presidenciales y legislativos en Libia.