"El hecho de que tanto tiempo haya pasado no ayuda, pero siempre existe la posibilidad de una supervivencia extrema", indicó el comandante, coincidiendo con la opinión expresada por el portavoz de la Armada argentina, Enrique Balbi.
Varios expertos han afirmado que los tripulantes sólo cuentan con alrededor de diez días de suministro de oxígeno sin que el submarino salga a la superficie.
"Todavía estamos en una misión de búsqueda y rescate", remarcó.
El San Juan reportó su última posición a 430 kilómetros del punto más cercano de la costa de la Península Valdés, en el sureste de Argentina, el pasado miércoles 15 de noviembre.
Lea más: La Justicia argentina pide que se levante el secreto militar sobre el submarino San Juan
Desde entonces, una decena de países han colaborado en la búsqueda, que fue reducida el miércoles a un radio de 40 kilómetros desde la ubicación más posible del submarino, según informó la Armada Argentina.
Estados Unidos asiste desde la base aérea Comandante Espora con dos aviones de patrulla marítima P-8A Poseidón, que poseen radar visual y sonoro y pueden cubrir una amplia superficie sobre el agua, detalló el comandante.
"Los aviones de patrulla marítima están diseñados específicamente para encontrar y destruir submarinos en tiempos de guerra", indicó.
También están operando, entre otros equipos de última generación, una Cámara de Rescate Submarino (SRC) y un Vehículo de Operación Remota (ROV), ambos a bordo del buque Skandi Patagonia, y un módulo de rescate o minisumergible.
"Continuaremos apoyando la búsqueda mientras el Gobierno argentino requiera nuestra asistencia", indicó Reynolds.
Dos vehículos sumergibles teledirigidos rusos están en camino la base para sumarse al módulo estadounidense.
Más aquí: Autoridades de Argentina y EEUU celebran coordinación para búsqueda de submarino
Uno de ellos, que puede funcionar a 300 metros de profundidad, zarpó en la medianoche del 27 de noviembre en la corbeta argentina Robinson de la Armada argentina desde el puerto de Comodoro Rivadavia.
El ARA San Juan desapareció cuando navegaba en aguas del océano Atlántico desde Ushuaia a su apostadero habitual en la Base Naval de Mar del Plata.
La Armada argentina ha confirmado que recibió información de que se produjo en su última ubicación registrada un "evento consistente en una explosión".