"Se trata de una medida unilateral que afecta sobre todo a los hombres de negocios norteamericanos porque nosotros seguimos manteniendo el interés por ese mercado natural, muy cercano, que es el de Estados Unidos con el cual pudiera ser muy fructífero y favorable para ambas partes el intercambio comercial y en inversiones", dijo la ejecutiva en entrevista exclusiva a la agencia de noticias.
Asimismo, las Regulaciones del Buró de Industria y Seguridad (BIS, en inglés) del Departamento del Comercio establecen límites sobre la política de licencias de exportaciones y reexportaciones hacia la isla del Caribe.
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Las restricciones del Departamento de Estado consisten en una lista de 179 entidades cubanas con las cuales quedaron prohibidas las transacciones financieras directas de entidades y ciudadanos estadounidenses, y a las que se aplica una política de denegación de licencias de exportación y reexportación de bienes y servicios de EE.UU
"Es decir, el propio Gobierno norteamericano establece prohibiciones a sus hombres de negocios —comentó la directora—, y está dejando una brecha importante que, por supuesto, aprovechan empresarios de otras latitudes que sí se sienten atraídos hacia las inversiones en nuestro país, y trabajan de conjunto con nosotros en la ZEDM y con el Ministerio de Comercio Exterior y la Inversión Extranjeras en otras localidades del país".
Según Igarza, la consecuencia inmediata es que ese mercado norteamericano pierde oportunidades de invertir en Cuba.
En la Zona del Mariel 13 países
En contraste con las restricciones introducidas por Trump respecto a los avances alcanzados entre La Habana y Washington desde el 17 de diciembre de 2014 en las relaciones diplomáticas y comerciales pese a que el mandatario Barack Obama mantuvo el bloqueo, Igarza mencionó la confianza que muestran en Cuba inversionistas de otras naciones.
"Hoy en la ZEDM tenemos presencia de 13 países además de Cuba, y están presentes aquí porque ha habido una política de apertura hacia la inversión extranjera a la que se considera un elemento dinamizador de la economía y no un elemento complementario, como se veía anteriormente.
"Muestra de esa confianza también son los resultados del trabajo realizado por la máxima dirección del país en la renegociación de las deudas, no solo con el Club de París sino con otros países con los que existía endeudamiento a nivel de gobierno y empresarial.
"Por ejemplo, la inversión de 55 millones de dólares de Nestlé en la nueva empresa mixta Nescor S.A. con la corporación cubana Coralsa, de la cual la víspera se colocó la primera piedra, tuvo una antesala en la renegociación de la deuda que existía con la empresa, y ese débito renegociado va a servir de reinversión a partir del pago de esas utilidades, lo cual beneficiará a la planta de la ZEDM".
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Reiteró que la isla está cumpliendo sus compromisos de forma fidedigna a pesar de afectaciones tan significativas como el reciente huracán Irma, y esa confianza que traslada la máxima dirección del estado cubano es precisamente un atractivo imprescindible para el empresariado internacional.
Observó que esa firma no está invirtiendo en estos momentos a través de sus subsidiarias en América Latina como sí lo hizo en los casos de Coralac y Los Portales en la década de 1990, sino mediante su casa matriz, lo cual es una muestra fehaciente de confianza tanto en la política de inversión extranjera como en el proceso revolucionario cubano.
"Si hablamos de la presencia de Nestlé, la mayor multinacional de la esfera agroalimentaria del mundo presente en la ZEDM, también esa firma tiene la oportunidad desde su nivel de acción de atraer a otras empresas productoras o proveedoras de suministros y materias primas a que se establezcan en Cuba", pronosticó la experta.
Sobre Nescor, la directora general indicó que Nestlé identificó en la ZEDM un proyecto visionario que brinda una plataforma productiva y logística de primera clase y se afianza como una plaza de inversión atractiva en la región.
"El pasado día 20 quedó constituida Nescor, y ocho días después asistimos a la ceremonia de colocación de su primera piedra, paso al que deberá proseguir con mucha inmediatez la construcción de lo que serán las instalaciones de la empresa mixta en nuestra zona", subrayó.
Igarza indicó que esta alianza suiza-cubana, con una duración de más de dos décadas y antecedida por la participación de ambos socios en las empresas mixtas Coralac y Los Portales, fue establecida desde la década de 1990.
Significó que la nueva inversión, primera de Suiza en la ZEDM, amplía la presencia de Nestlé en Cuba.
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Agregó que Nescor fabricará y comercializará café tostado, molido, en grano, así como otros derivados del café, además de galletas saladas, dulces, y con crema; productos culinarios y otros alimenticios en polvo, de marcas reconocidas, con elevados estándares de calidad y utilizando tecnologías modernas y amigables con el medio ambiente.
Informó que con la producción de Nescor, prevista para enero de 2020, se sustituirán considerables volúmenes de importaciones y en los 20 años de vigencia del proyecto se prevén beneficios para la isla superiores a los 500 millones de dólares.
La planta totalmente nueva se construirá en un terreno de 56 000 metros cuadrados y prevé la construcción de edificios en un área de de 13 000 metros cuadrados, distribuidos en dos pisos, con puesta en marcha a finales de 2019 e inicio de la producción, en etapas, en el primer trimestre de 2020.
Representantes de Nestlé dijeron a la prensa que la instalación industrial aportará un amplio portafolio de productos para consumo local y para exportar a base de cereales, café, condimentos culinarios y bebidas en polvo, y su capacidad de fabricación anual será de 18 500 toneladas.
Inconformidad pese al crecimiento
La directora general reconoció que tras el llamado del presidente Raúl Castro a inicios de 2017 a eliminar las trabas burocráticas que frenan las inversiones, en la ZEDM se produjo un crecimiento y hoy existen 31 proyectos aprobados cuyo valor supera los 1 168 millones de dólares.
Sin embargo, expresó insatisfacción porque Mariel quiere avanzar con más agilidad.
"Quisiéramos también que el proceso inversionista, que cuesta un poco de trabajo a los empresarios seguirlo, darle continuidad, mantener la ejecución de los emprendimientos, vaya con más agilidad —expresó—, y por eso de manera permanente nos ocupamos en el avance de las inversiones, en lograr el anticipo de cada una de las etapas para que los proyectos no solo estén captados, sino que también estén concluidas sus plantas, estén produciendo y sean exitosas".
Insistió Igarza en que queda mucho por hacer, lograr mayor agilidad en los procesos, más integración, tratar de atraer más, anticiparse hacia las empresas, salir a buscarlas, "de modo que se garanticen los 2 000 millones de dólares que se requieren para que la inversión extranjera sea un elemento dinamizador del resto de la economía cubana".
Rusia, una signatura pendiente
El beneplácito guarda relación con el hecho de que en los dos primeros cuatrimestres del año en curso el intercambio bilateral de mercaderías alcanzó un valor de 222,1 millones de dólares, mientras el año anterior fue de 145,8 millones de la moneda estadounidense.
Rusia exportó a Cuba hasta el mes de agosto de 2017 más de 211 millones de dólares, cifra que representó un incremento del 84,4% en relación con igual lapso de 2016, cuando las mercaderías enviadas a la isla del Caribe registraron un valor de 114,8 millones de dólares.
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Sin embargo, lamentó la directora que en la ZEDM hasta el momento solo exista un proyecto de este país aliado estratégico de Cuba que se ejecuta a través de una empresa constituida en Panamá y que va a contribuir al servicio de mantenimiento postventa y arrendamiento de equipos de la marca de vehículos Kamaz.
"Pienso que todavía nos falta mucho por hacer, mucho por integrarnos al mercado ruso, presente hoy en disímiles proyectos de comercialización en el país y algunos financiamientos para la inversión", consideró Igarza.
"De nosotros depende todo, somos quienes tenemos que hacer para atraerlos —reflexionó la empresaria—, esa función es nuestra, no se puede obligar a nadie a invertir en un país extranjero si no se le dan determinadas potencialidades, beneficios, atractivos que le permitan hacer viable su negocio y que se sientan motivados".
Igarza concluyó que a la ZEDM le está faltando llegar a Rusia y a otros países, fundamentalmente de Aisa, y ese deberá ser un reto a vencer en una próxima etapa.