"Con las nuevas restricciones el Gobierno de Trump viola la propia Constitución de los Estados Unidos que estipula que no se puede limitar el derecho de viajar de los ciudadanos norteamericanos", declaró a Sputnik Salim Lamrani, profesor francés y especialista en las relaciones Cuba-EEUU.
El profesor afirmó que la Administración Trump ha retomado una política fracasada, que suscita el rechazo internacional, anacrónica porque vuelve a la confrontación contra Cuba y desde el punto de vista moral "condenable, e ineficiente desde el punto de vista práctico".
"Estados Unidos no quiere que los ciudadanos norteamericanos descubran la realidad cubana. Hay una diabolización de la Isla desde 1959 y hoy se vuelve a aplicar esta política que tampoco responde al deseo mayoritario de la opinión pública norteamericana", indicó.
El Gobierno estadounidense dio a conocer la adopción de "acciones coordinadas" para implementar el documento firmado por Trump el pasado 16 de junio en Miami. Las normas modificadas contemplan transacciones financieras, comercio, viajes pueblo a pueblo, viajes educativos, viajes llamados "de apoyo al pueblo cubano", y otras restricciones que incluyen a funcionarios cubanos.
Estas medidas incluyen vetar a los estadounidenses de hacer transacciones con más de 180 entidades de la nación caribeña mencionadas en una larga lista, y obliga a que todos los viajes educativos no académicos ‘pueblo a pueblo' se lleven a cabo bajo los auspicios de una organización que esté sujeta a la jurisdicción de Estados Unidos.
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En términos de viajes, ya no serán autorizadas las visitas educativas individuales no académicas, y quienes vayan la isla bajo el auspicio de una organización deberán estar acompañados por un representante de la misma, entre otras restricciones.