La propuesta la formuló el presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, durante una visita oficial de Mubarak a Estados Unidos en febrero de 1983, y poco después, durante el viaje de regreso a El Cairo, Mubarak hizo escala en Londres y reveló la propuesta a la primera ministra Margaret Thatcher.
Cuando los estadounidenses le pidieron que aceptara el asentamiento de palestinos en Egipto, Mubarak respondió que solamente podía aceptar esta propuesta en el marco de una solución global para el problema palestino.
En ese momento Mubarak era partidario de una confederación entre Jordania y los palestinos como paso previo para el establecimiento de un estado palestino independiente.
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Mubarak aceptó que los refugiados palestinos de Líbano se establecieran en Egipto, aunque advirtió a los estadounidenses que esta era una solución arriesgada para el conjunto de Oriente Próximo.