"Agradecemos a todos los países que nos han acogido en un momento tan difícil", enfatiza en un diálogo con Sputnik un matrimonio marplatense.
A 10 días de la desaparición del San Juan en las aguas del Atlántico Sur, Noemí y Carlos valoran la predisposición de "todos los extranjeros que han venido, incluso de las islas Malvinas" (Falkland, para el Reino Unido).
Se esperaba que la nave llegara a Mar del Plata a partir del 19 de noviembre.
La Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (OTPCE) informó de que el mismo 15 de noviembre se produjo una explosión a 30 millas del punto donde se había detectado la última comunicación de la embarcación.
Esa zona se encuentra al límite de la plataforma continental argentina en donde se abre paso el talud, una marcada inclinación del fondo del mar que puede alcanzar los 3.000 metros antes de llegar a la llanura abisal.
Gracias a ese respaldo internacional, "nos hemos enterado paulatinamente de muchas cosas que no sabíamos", acota Noemí al mencionar al representante diplomático en Austria.
Si no hubiera sido por la OTPCE, "que habló de la explosión", "nosotros no sabíamos nada porque no tenemos la tecnología que tienen otros países, como Rusia o Estados Unidos", afirma.
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La mujer, de unos 70 años, reconoce su tristeza por todo lo sucedido.
"He llorado todo por los chicos que están ahí, por nuestro país, pero uno siempre esperanza tiene, aunque sea en momentos tan difíciles como éste", sostiene.
"Tenemos nuestros recaudos sobre cómo ha llevado la Armada argentina todo este proceso, quizás debido a su protocolo no pudieron informar de todo, pero a los familiares quizás los tenían que haber contenido más rápidamente, no esperar tanto tiempo a informar de que había una avería", interviene de nuevo su esposa.
En cualquier caso, si alguna enseñanza deja lo vivido durante esta tragedia, es que los argentinos "tenemos que estar más unidos y aprender", añade.
De lo mejor a lo peor
Muchos marplatenses consideran que el caso del San Juan refleja el deterioro que ven en el país.
"Todo se ha venido abajo, y en este tipo de situaciones nos damos cuenta, porque todo está deteriorado, siendo que aquí damos cátedra de corrupción", tercia Carlos por primera vez
Para Carlos, "quienes lo van a detectar son los países extranjeros, menos mal que vinieron".
Coincide con este análisis un marplatense de mediana edad llamado Raúl.
"Es verdad lo que se dice, que (los tripulantes) no están en condiciones de salir muchas veces y que salen (las embarcaciones atadas) con alambre, porque no se ha invertido plata (dinero) para equipamiento ni para nada, solo para pagar sueldos", afirma.
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El posible accidente del submarino no le sorprende, ya que sería resultado de un deterioro que se viene registrando desde hace muchos años, con "la gestión anterior que llevó al apogeo todo esto", añade.
La desconfianza, en cambio, sí la tiene con la Armada argentina, que informa desde Buenos Aires en partes oficiales de las novedades de la búsqueda.
"Se guardan cosas y después salen a relucir, no sé qué tal es verdad lo que dicen ellos", desliza.
Pero las horas pasan y aunque "la esperanza se tiene, está difícil, hay que ser un poco realista".
"Han abarcado muchas zonas y no han encontrado nada", lamenta.
El San Juan es uno de los tres submarinos que posee la Armada argentina