"Van a volver, él y el resto", dice a Sputnik el hijastro de uno de los navegantes, Lucas.
El joven se niega a creer que su padrastro esté sin vida.
En la llamada "casa de oficiales", al fondo de la Base Naval, la madre de Lucas aguarda nuevas noticias que reviertan el cariz cada vez más lúgubre por la explosión anunciada unas horas antes por la Armada argentina.
Vea también: Armada argentina tiene información de "evento anómalo singular violento" en relación con submarino
La detonación fue detectada en una zona próxima a la posición en la que el buque se encontraba el pasado 15 de noviembre, cuando se registró su última comunicación.
Poco después, como si no creyera ni en su propia esperanza, el joven da por fallecido a su padrastro.
"No hemos perdido a los 44, hemos perdido toda la patria", balbucea.
El joven llegó a este lugar directamente desde su trabajo, donde no reveló que es familiar de uno de los tripulantes del submarino desaparecido.
"Ni mis compañeros saben", reconoce.
Cabezas por caer
"Se lo dije al almirante anoche: si ha sido culpa de ellos lo que le ha pasado a los 44, a mi hermano, que hoy es un héroe de la patria, junto a los muchachos, esperemos que ellos también paguen por todo lo que han hecho; todos los jefes", advierte.
Entre los allegados de los marinos todavía esperan "que ocurra un milagro, pero la deducción es lógica", añade.
"Nos dijeron que se confirma por Cancillería (Ministerio de Relaciones Exteriores) una explosión muy grande el día 15 (de noviembre) a las 11 de la mañana en esa zona donde los están buscando, a una profundidad de 500, 1.000 metros, no saben, no tienen ni idea", dice de manera atropellada.
Los familiares de los tripulantes, en todo caso, “están muy agradecidos por los que rezaron con todos”, dice el hombre.
"Más adelante sacaremos nuestras conclusiones y veremos qué hacemos, cuando los encuentren y los saquen, si es que los pueden sacar", aventura.
Pero, mientras tanto, se siente cada vez más "triste" a medida que pasan las horas, dice Rodríguez.
"Todo da a que no" (hay motivos para la esperanza), admite.
El portavoz de la Armada, Enrique Balbi, informó la detección de un "evento violento consistente con una explosión" en la zona donde se contactó por última vez el submarino.
Lea más: ¿Cómo ayudar a los familiares ante una tragedia?
En su última comunicación, el ARA San Juan informó el miércoles de la semana pasada que se hallaba a 430 kilómetros de la costa, a la altura de la península de Valdés (sureste) en su trayecto desde la austral ciudad de Ushuaia hacia Mar del Plata.