Al menos así lo afirmó en declaraciones a Sputnik Pedro Baños, coronel del Ejército de Tierra (de España) y experto en Relaciones Internacionales.
En las últimas semanas, grandes medios de comunicación españoles —con el diario El País a la cabeza— difundieron informaciones en las que se acusaba a medios rusos como RT y Sputnik de lanzar mensajes favorables a la independencia de Cataluña con el objetivo de desestabilizar a la Unión Europea.
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Además, estas informaciones apuntaron de manera insistente a la posible existencia de un ejército de bots rusos dedicados a difundir informaciones falsas en las redes sociales.
En sus artículos, el diario español citaba distintos informes y análisis del Centro de Excelencia de Comunicaciones Estratégicas de la OTAN, del East Stratcom Task Force de la Unión Europea y de think tanks de financiación estadounidense como la Alliance for Securing Democracy para sustentar su tesis.
"En este caso concreto España se ha convertido en un escenario de confrontación donde se baten estas dos grandes potencias, y esperemos que no nos ocasione ningún perjuicio porque nosotros no tenemos ninguna necesidad de enfrentarnos con Rusia", relata el experto consultado.
Sin embargo, llama a abordar con cautela las informaciones de la supuesta campaña rusa en España porque "es muy difícil determinar con exactitud cuál es el origen de esas acciones de desinformación, que no son ataques cibernéticos".
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"Aunque provinieran de territorio ruso, pueden ser de mercenarios cibernéticos, por lo que conocer exactamente la autoría concreta y la finalidad con la que se hace es muy complejo", añade.
Baños subraya que con el actual escenario, donde los intereses cruzados pueden llegar a condicionar el debate mediático, resulta muy difícil para el ciudadano de a pie obtener una información fiable que le permita entender el mundo.
Uno de los factores que propician esa carencia de información fiable —prosigue— es el retroceso económico de los medios periodísticos, que cada vez disponen de menos medios propios para verificar la avalancha de información que reciben diariamente.
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Por ello, Baños aboga por "no fiarse de los análisis" sino "intentar extraer los datos ofrecidos y hacer un uso funcional de los mismos".