"Falta rastrear el fondo en inmersión, la zona mas probable donde puede estar", señaló el experto.
Desde que se comunicara por última vez el 15 de noviembrea la mañana no se han vuelto a tener noticias del buque, que debería haber llegado entre el 19 de noviembre y este 20 de noviembre a la Base Naval de la ciudad balnearia de Mar del Plata, en la provincia de Buenos Aires, con sus 44 tripulantes a bordo.
Pero "no tenemos señales de que esté en superficie; si no, habríamos tenido otras noticias", reflexionó el vicealmirante retirado de la Armada, donde ejerció como submarinista.
La falta de contacto del navío, cuando este 20 de noviembre se cumplen 10 días desde que comenzara su travesía, lleva a pensar que "o bien está navegando en inmersión o está en el fondo".
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En ese sentido, "las próximas horas y las medidas que tome la Armada son esenciales", opinó Mozzarelli.
Sensores de Rastreo
Entre la ayuda internacional ofrecida a Argentina, se encuentra un submarino de rescate estadounidense que tiene la capacidad de navegar por sí mismo y que eventualmente permitiría conectarse con submarino.
Pero para ello, el buque San Juan tiene que ser previamente ubicado, una tarea que no corresponde al submarino de rescate, que de por sí es una nave de poca velocidad.
Si el navío está apoyado en el fondo, los sonares de los buques antisubmarinos deberían detectarlo, razonó el especialista.
"Hay dos equipos: uno son los sonares de alta frecuencia que tienen unidades cazaminas, y que nosotros tenemos, que son capaces de detectar cuerpos metálicos apoyados en el fondo por un sonar que emite de alta frecuencia", explicó el experto.
Algunas aeronaves argentinas tienen un detector de anomalías magnéticas (MAD, por sus siglas en inglés) que detecta variaciones en el campo magnético terrestre por la presencia de un cuerpo ferroso.
Preparación del Buque
Su tripulación también está preparada para estas condiciones, añadió.
"La navegación desde Ushuaia (hasta la Base Naval de Mar del Plata) lleva una semana, de manera que yo debo suponer que llevaba víveres suficientes más que para esos días", puntualizó el submarinista.
Incógnitas
El experto destacó su extrañeza por el hecho de que el buque no haya aparentemente buscado la superficie para contactarse con el comando.
"Es llamativo que no haya hecho alguna acción como para salir a superficie o insistir en sus comunicaciones, que son dificultosas por el estado de mar que hay en la zona ahora, dado que la antena que emite esos mensajes es sucesivamente barrida por las olas", sostuvo.
El vicealmirante retirado también se pregunta por qué, "si el submarino tenía un problema serio a bordo, no se ha soplado el tanque de seguridad que tiene el buque para hacer aflorar la torreta por afuera del agua".
El buque, construido en Alemania en 1985, se encuentra en su segundo año operativo, después de haber estado sometido a una extensa reparación entre 2008 y 2014.