"El día miércoles [15, desde el submarino se] informó de un principio de avería", señaló Galeazzi en una rueda de prensa.
El submarino, con 44 tripulantes a bordo, informó en su último contacto de un cortocircuito en su batería.
"Estaba patrullando en el sur y, cuando informaron de esto, se les dio rumbo directo a Mar del Plata", señaló el representante de la Armada.

"El submarino siempre está bajo control desde tierra", contextualizó.
El 15 de noviembre por la mañana, la nave señaló su última posición a 430 kilómetros del punto más cercano de la costa de la Península Valdés, al sureste de Argentina.
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Como comandante de buques hidrográficos, Galeazzi aclaró que es "normal que haya averías" en cambios de generadores, radares, o sensores.
"Un buque es un sistema muy complejo, es una ciudad navegando con mucha gente, así que no tiene un sólo motor sino muchos sistemas redundantes, razón por la cual pasa de un sistema a otro", afirmó.
El capitán de navío, sin embargo, no se atrevió a descartar que la avería haya podido afectar a todo el submarino.
"Cualquier avería puede afectar la navegación, por eso están todas las posibilidades y se analiza a qué nudos pudo navegar y si se vino en sumersión o por superficie", reflexionó.
También intervienen aeronaves de la Fuerza Aérea argentina, además de dos aviones de Estados Unidos (P3), uno de Brasil y otro de Chile.
Galeazzi lamentó que hasta ahora no han tenido "ningún indicio que permita centrar la búsqueda".
El Ministerio de Defensa y la Armada mantienen desde el viernes el operativo Estado de Búsqueda y Rescate (SAR) para dar con el paradero del submarino, aunque las tareas se han visto dificultadas en las últimas horas por condiciones climatológicas adversas debido a fuertes vientos y olas de hasta seis metros.