"Como ha manifestado nuestro presidente Nicolás Maduro Moros, el Gobierno siempre ha cumplido a cabalidad con la agenda que se ha establecido en estas reuniones por el diálogo y la paz de Venezuela", expuso el embajador.

En esta cita participan también el expresidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, como acompañante, y el canciller de República Dominicana, Miguel Vargas.
De acuerdo con un comunicado publicado por la cancillería dominicana, la reunión de diálogo con los ministros de Relaciones Exteriores de Bolivia, Nicaragua, Chile, México y Paraguay, denominados como países amigos, se realizará los días 1 y 2 de diciembre en Santo Domingo.
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Por la delegación del Gobierno se encuentran en la capital dominicana el jefe de la comisión Jorge Rodríguez y la presidenta de la Asamblea Nacional Constituyente, Delcy Rodríguez.
La oposición ha destacado a través de un comunicado que se trata de una fase preparatoria del diálogo.
Este encuentro estaba previsto para el 15 de noviembre, de acuerdo a lo anunciado por la delegación oficialista luego de que la oposición se pronunciara preparada para sentarse a negociar el 9 de este mes.
Sin embargo, la MUD señaló que no acudiría a esta cita porque la presencia de los cancilleres de los países garantes no estaba confirmada.
"Por eso la importancia de seguir en este proceso de diálogo que contribuye al mantenimiento de la paz y la justicia en nuestro país que la requiere después de los hechos de abril y julio que originaron un proceso de violencia que no debió haber ocurrido", agregó.
Uzcategui indicó que la "permanente" injerencia de algunos electos externos ha provocado algunas incongruencias por parte de la oposición en estas primeras fases de negociación.
La fase exploratoria del diálogo inició en Santo Domingo desde el 13 al 15 de septiembre, cuando se acordó la participación de países y se fijó un segundo encuentro para el 27 de septiembre, al cual la oposición no acudió alegando que las condiciones no estaban dadas.
Por su parte, el Gobierno insiste en la necesidad de dialogar para mantener la paz, pero también para contener la presión o "cerco financiero" internacional que surgió desde la creación de la Asamblea Nacional Constituyente.
En los últimos meses altos funcionarios venezolanos, incluyendo el presidente Maduro, su vicepresidente, Tareck El Aissami, y el ministro de Economía, Simón Zerpa, han sido sancionados por los gobiernos de Estados Unidos y Canadá.
El Gobierno estadounidense aprobó en agosto sanciones que prohíben a sus ciudadanos y a entidades que operen en el sistema financiero de ese país hacer negocios con los bonos de la deuda o con capital del Gobierno venezolano y de su compañía petrolera estatal, Petróleos de Venezuela SA.
Estas medidas han complicado la reestructuración de la deuda externa de Venezuela, cercana a unos 150.000 millones de dólares.