"Queremos hacer pública nuestra preocupación por la alteración de los compromisos entre las partes", dijo alias Iván Márquez, representante nacional de la recién creada Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC) en declaraciones transmitidas vía streaming.
La JEP es considerada el eje fundamental del Acuerdo Final de Paz, pero su aprobación estuvo detenida en el Congreso durante tres semanas por falta de quórum, el cual sólo se logró tras la determinación de la Corte Constitucional.
Ahora el trámite seguirá su curso en la Cámara de Representantes para que pueda ser implementado.
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Pese a ello, Márquez expresó que "si la jurisprudencia ordinaria estableciera que el Acuerdo Final contraviene normas constitucionales, no cabe duda de que el Estado debe modificar las normas constitucionales que colisionen con el Acuerdo Final".
De igual modo, calificó de "hipócrita" al Senado tras aprobar anoche la JEP, ya que, aseguró, con las modificaciones realizadas no se reparará a las víctimas, sino que se ha adoptado un discurso encaminado a "engañar personas incautas".
Márquez puso como ejemplo los cambios realizados por los senadores para que aquellos que representaron intereses privados en contra del Estado al reclamar por violaciones a los derechos humanos, al derecho internacional humanitario o al derecho penal internacional, no puedan integrar la JEP como magistrados.
La medida abarca también a quienes hayan tramitado acciones ante sistemas o tribunales internacionales.
Por último, Márquez se refirió a los presos políticos que aún siguen en prisión después de más de diez meses de haber entrado en vigencia la ley de amnistía, y reflejó la preocupación de su grupo político porque con los cambios hechos al Acuerdo de Paz puedan ser objeto de extradición por la vía de la justicia ordinaria.
La antigua guerrilla de las FARC dejó las armas y se convirtió en partido político de izquierda el pasado 1 de septiembre, tras abandonar el nombre que la distinguió durante más de 50 años de lucha armada, pero manteniendo la histórica sigla que los identificó por más de medio siglo.
A raíz del Acuerdo de Paz cerca de siete mil rebeldes se desmovilizaron y ahora varios de sus líderes aspiran a participar en política mediante el nuevo movimiento de izquierda.